Cid Aparicio es uno de los abogado de Ríos, el jubilado de 71 años que la madrugada del 17 de julio del pasado año mató a Martín “Piolo” Moreyra (26), uno de los cinco ladrones que los asaltaron en su casa del partido de Quilmes.
El primer hecho por el que Cid Aparicio había sido denunciado –y que ahora quedó desacreditado- supuestamente había ocurrido el 24 de julio del año pasado cuando una testigo de la causa aguardaba que le tomaran testimonio en la sede de los tribunales de Quilmes y denunció que el abogado se le sentó al lado y le rozó la pierna.
El juez valoró en este caso que los videos de las cámaras de seguridad del edificio de tribunales demostraron que Cid Aparicio “nunca se sentó junto a la presunta víctima y que, por ende, jamás rozó sus piernas con las suyas”.
La segunda denuncia fue formulada por otra vecina de Ríos que dijo que el 22 de julio del año pasado se encontraba en la casa de la hija del jubilado y Cid Aparicio había intentado besarla y le hizo propuestas sexuales. Sobre este segundo hecho, en la causa se estableció por el relato de otros testigos que Cid Aparicio “jamás estuvo a solas” con la denunciante.
En un breve diálogo con Criterio Online, Marino Alejandro Cid Aparicio manifestó:
-Fue una causa armada?
Si, fue una causa armada para apartarme de la defensa del jubilado Ríos, fui sobreseído en forma definitiva, todo lo denunciado era falso.
-La justicia lo llamó a declarar en marco de esa denuncia?
Jamás me llamó el Fiscal ni tan siquiera como testigo porque se dio cuenta que la denuncia era falsa y efectuada por dos personas con trastornos psiquiátricos usadas por una abogada inescrupulosa.
La noticia solo fue levantada por un medio gráfico en Dolores especializado en publicar falsas denuncias políticas que nunca prosperan con el único fin de difamar sin causa. Por suerte estos disparates nunca prosperan.
Además quiero agradecer a los Colegios de Abogados de Dolores, Quilmes y la Federación de Colegios de Abogados de la Argentina por su soporte y muy especialmente al fallecido Dr. Adrián Lamacchia.