La Secretaría de Cultura Municipal, ofrecerá un ciclo de películas clásicas en la sede de la Sociedad Italiana, junto al hall del Teatro Unione (Castelli 264). La entrada es libre y gratuita. Habrá servicio de buffet, a cargo de la Asociación Cultural Dolorense.
¿Qué mejor plan un miércoles que una buena película y un café, en uno de los lugares más lindos de la ciudad?
El objetivo es difundir el cine clásico de todas las épocas y lugares, revalorizar el edificio del Teatro Unione y el espacio donde tiene su sede la Sociedad Italiana y generar encuentros para disfrutar, reflexionar y debatir.
Los tres filmes que se proyectarán durante agosto, representan un homenaje a la Sociedad Italiana, entidad fundadora del Teatro Unione. Tres comedias inolvidables, que no han perdido su encanto con el paso del tiempo.
• Miércoles 7 de agosto, 19 hs.:
“I soliti ignoti” (“Los desconocidos de siempre”) (1958), de Mario Monicelli. Con Vittorio Gassman, Renato Salvatori, Marcello Mastroianni, Claudia Cardinale y Totó.
Un grupo de ladrones de poca monta, aconsejados por un ladrón ya retirado, deciden dar un golpe a unas oficinas en Roma, confiando en salir de la miseria en que viven. Su torpeza va a generar situaciones realmente desopilantes, y una de las comedias más encantadoras de la historia del cine.
•Miércoles 14 de agosto, 19 hs.:
“Splendor” (1989), de Ettore Scola. Con Marcello Mastroianni, Massimo Troisi, Marina Vlady y Pamela Villoresi.
Giordano es propietario de la sala de cine “Splendor”, en un pueblito de los alrededores de Roma. Lo manejan él, su mujer, la cajera y el proyeccionista. Su vida siempre estuvo vinculada al cine. Sin embargo, el negocio que en el pasado conoció momentos de esplendor, ahora agoniza. La gente ha dejado de ir al cine, y la situación económica de Giordano se ha vuelto desesperante. Un bellísimo homenaje al cine, a la altura de Cinema Paradiso (ambas se estrenaron el mismo año).
• Miércoles 28 de agosto, 19 hs.:
“Amarcord” (1973), de Federico Fellini. Con
Cuenta la historia de algunos personajes que viven en la ficticia ciudad de Borgo (basada en Rímini, ciudad natal de Fellini), durante los años 30’, la época del fascismo en Italia. En apariencia una película costumbrista, esta obra maestra felliniana deriva en farsa, ironía y humor absurdo. Como toda gran obra, pueblo y personaje nos parecerán tan cercanos como familiares.