Congreso 2025: 11 leyes sancionadas, el nivel más bajo en diez años

Con 20 emplazamientos a comisión, 7 vetos del Poder Ejecutivo y 5 DNU rechazados, el año legislativo cerró con la menor producción de leyes de la última década y un Congreso donde la oposición logró imponer su agenda.

El año 2025 dejó un total de 11 leyes sancionadas en el Congreso durante el período ordinario, que concluyó el 30 de noviembre. Es el año con menor producción legislativa de la última década, en un contexto marcado por la falta de consensos y por el uso intensivo de herramientas de control por parte de la oposición.

Durante el año se realizaron 22 sesiones, de las cuales 11 fueron especiales, lo que evidencia las dificultades para acordar una agenda común entre las fuerzas políticas, detalla un informe especial elaborado por Directorio Legislativo.

El año también estuvo marcado por un uso inédito de los emplazamientos a comisión. Mientras que en períodos anteriores el máximo había sido de 3, en 2025 se registraron 20, una señal de que la oposición buscó forzar el tratamiento de proyectos frente a un oficialismo que evitaba habilitar debates.

Entre las leyes sancionadas se encuentran tres acuerdos internacionales (pendientes de la presidencia de Alberto Fernández) y ocho iniciativas impulsadas por la oposición: la declaración de emergencia en Bahía Blanca, dos aumentos para jubilaciones, la Emergencia en Discapacidad, la modificación a los aportes del Tesoro de la Nación a las provincias, el financiamiento de universidades nacionales, la Emergencia en Salud Pediátrica y la Ley Nicolás. No hubo proyectos del oficialismo convertidos en ley.

De las 11 leyes aprobadas, siete fueron vetadas por el Poder Ejecutivo. En tres de esos casos el Congreso insistió y revirtió los vetos.

En esta dinámica, el Congreso operó como un territorio opositor -señala esta organización de la sociedad civil- con un uso intensivo de herramientas legislativas para sostener su agenda y limitar al oficialismo. La tensión entre ambos poderes también se expresó en el control de los decretos de necesidad y urgencia: en 2025 se rechazaron cinco DNU sobre un total de 33.

La estrategia legislativa del oficialismo estuvo condicionada por su debilidad numérica. Sin embargo, la nueva composición del Congreso tras las elecciones de octubre abre un panorama favorable para el Gobierno, que podría pasar de una lógica defensiva a una más propositiva si logra construir las alianzas necesarias.

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