La infraestructura de carga es un problema en todo el país. En las rutas bonaerenses, corredores y aplicaciones permiten planificar el viaje y llegar a la costa con menos incertidumbre.
Viajar en auto eléctrico por la Argentina todavía obliga a mirar el camino con otros tiempos. La falta de infraestructura de carga es un problema nacional, extendido y estructural. Pero en las rutas bonaerenses —en especial en el acceso a la Costa Atlántica — empiezan a aparecer soluciones concretas que permiten planificar el viaje y reducir la ansiedad de la autonomía.
Durante el primer semestre de 2025 se patentaron 12.335 vehículos electrificados en el país, según el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de la Argentina (Siomaa). Fue el registro más alto desde la llegada de estas tecnologías y representó un crecimiento del 56% frente al mismo período de 2024. Aun así, sobre un total de 326.039 unidades comercializadas, los electrificados explicaron apenas el 3,8% del mercado.
Un avance real, con tecnologías muy distintas
El crecimiento estuvo impulsado por medidas como el cupo que habilita la importación de hasta 50.000 vehículos electrificados sin pagar el arancel extrazona del 35%, además de una mayor apertura comercial que amplió la oferta disponible.
Los datos muestran, sin embargo, un mercado heterogéneo. Del total patentado en el primer semestre, el 79% correspondió a híbridos convencionales (HEV), el 15% a mild-hybrid (MHEV), mientras que los eléctricos puros (BEV) representaron el 4% y los híbridos enchufables (PHEV), el 2%. Dentro de ese universo conviven tecnologías muy distintas: desde sistemas con asistencia eléctrica limitada, que no dependen de la red de carga, hasta autos eléctricos puros que necesitan infraestructura disponible en ruta.
Un rezago que excede a las rutas
La dificultad para cargar no es un fenómeno aislado del verano ni de los viajes largos. Datos sectoriales muestran que la Argentina registra alrededor de 0,4 vehículos eléctricos puros cada 10.000 habitantes, un nivel comparable al de países como Perú y muy por detrás de mercados regionales más desarrollados, como Brasil o Costa Rica. Ese rezago ayuda a explicar por qué la red de cargadores todavía es escasa y desigual.
Cargar fuera de casa: el cuello de botella
Informes de consultoras del sector y de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos (AAVE) coinciden en que la infraestructura de carga sigue siendo el principal límite para la expansión de la electromovilidad. En la Argentina no existe un registro oficial unificado de estaciones, por lo que la información se reparte entre empresas, municipios y usuarios.
En ese escenario, viajar implica combinar corredores donde la red empieza a consolidarse con herramientas digitales que permitan anticipar paradas y evitar imprevistos.
Apps para moverse sin improvisar
Ante la falta de un mapa oficial, las aplicaciones se volvieron aliadas centrales para quienes salen a la ruta.
PlugShare es la más utilizada en el país. Funciona de manera colaborativa: los usuarios cargan estaciones públicas y privadas, suben fotos y comentan si los cargadores están operativos. Permite filtrar por tipo de conector y potencia.
Descarga: https://www.plugshare.com (Android e iOS).
ChargeMap, muy extendida en Europa, también registra puntos en la Argentina. Su cobertura local es menor, pero aporta información técnica y comentarios útiles como complemento.
Descarga: https://chargemap.com (Android e iOS).
Google Maps, sin ser específica del sector, concentra muchos cargadores gracias a listados colaborativos. Permite una búsqueda rápida, aunque no siempre detalla potencia o conectores.
Disponible para Android e iOS.
App YPF resulta clave en rutas bonaerenses. Desde allí se localizan los “Puntos Eléctricos”, se inicia la carga y se gestiona el pago. La compañía también promociona funciones de planificación de recorridos dentro de su red.
Descarga: https://www.ypf.com/YPFApp (Android e iOS).
Los corredores bonaerenses hacia la Costa Atlántica
Dentro de un panorama nacional todavía fragmentado, la provincia de Buenos Aires concentra algunos de los corredores más utilizables para viajes largos. El eje central sigue siendo la Ruta 2.
Shell informó que opera un corredor eléctrico de unos 400 kilómetros hacia la Costa Atlántica, con cuatro puntos de carga ubicados en Chascomús, Las Armas, Mar del Plata y Pinamar. La red permite cubrir los principales destinos turísticos, aunque con paradas que siguen formando parte del cálculo del viaje.
A esto se suma la expansión de YPF sobre el mismo corredor. En julio de 2025, la compañía anunció la inauguración de nuevos puntos de carga ultra-rápida en la Ruta 2, reforzando una red que incluye equipos de más de 150 kW y tiempos de recarga que, según la potencia y el estado de la batería, pueden oscilar entre 20 y 45 minutos. Los nodos se complementan con estaciones en CABA y La Plata, siempre operables a través de la aplicación oficial.
Viajar hoy: posible, pero todavía frágil
Fuera de los corredores principales como la Ruta 2, las limitaciones son aún más evidentes. Esto quedó expuesto en septiembre, cuando los periodistas Leonardo Valente y Javier Colón
viajaron desde Buenos Aires a Bahía Blanca en un Ford Mustang Mach-E eléctrico para escribir una crónica en InsideEVs.
Según relató Valente, el trayecto estuvo marcado por la gestión de la autonomía. En Olavarría, el principal respaldo fue el cargador solar de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN. Llegaron con apenas 20 kilómetros disponibles y encontraron que el cargador de 22 kW funcionaba a media potencia, lo que los obligó a esperar seis horas.
El final del viaje condensó la brecha actual: llegaron a destino con la batería casi agotada y recurrieron a un tomacorriente reforzado instalado por el padre de Valente. En el camino, una escena más liviana alivió la tensión cuando Mariano Jimena, referente de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos, los reconoció en ruta y les envió mensajes por WhatsApp, una postal de una movilidad que hoy se hace realidad precisamente con esa planificación, el uso de apps y el conocimiento de los corredores disponibles.





