LA DOCENCIA NECESITA DE LAS NEUROCIENCIAS CON CARÁCTER DE URGENCIA

El día lunes se vivenció el segundo taller de “emociones-neurociencias y educación”. El mismo estuvo a cargo del facilitador y neuropsicoeducador, Maximiliano Turri.

Desde la materia “Campo de la formación profesional docente III”, correspondiente a la carrera de Lengua y literatura, la profesora Lourdes Briand, solicitó los aportes del Coaching para sus alumnas, quienes se encuentran terminando su período de residencias, ya que habían manifestado a la docente que no se sentían preparadas emocionalmente ni con los conocimientos necesarios para empezar a dar clases.

Los encuentros se dieron bajo la modalidad de dos talleres, uno a mitad de año, antes de que las estudiantes realicen el período de observaciones y residencias, y el último, este lunes pasado para culminar la cursada, período final de las prácticas docentes. Los mismos se realizaron en el I.S.F.D°168, de la ciudad de Dolores.

¿Cómo fue el taller?

Tomando elementos del primer encuentro, este contó con diversos momentos. Primeramente, se comenzó con una actividad de meditación asistida que invitó a las participantes a conectarse con el área emocional de cada una. Luego de recoger las resonancias del momento de meditación pasaron a una dinámica por medio de un juego. A través del “Jenga”, jugaron y luego analizaron de manera análoga, sobre las implicancias de las estrategias que habían realizado dentro del aula durante el período de las residencias.

Finalmente, a modo de reflexión, las alumnas recordaron cómo era su estado emocional antes de iniciar las prácticas y cómo se sienten actualmente luego de finalizarlas. Por lo tanto, reafirmaron y coincidieron en lo altamente positivo que significó el aporte de las neurociencias y el Coaching en ésta etapa de la formación profesional.

“Este es un camino que recién está abriéndose y que tiene la urgencia de generar aulas más amigables para quienes las transitan (tanto docentes como alumnos). Por eso, es necesario ver la importancia de las neurociencias en cualquier ámbito, pero principalmente en el educativo, porque gracias al conocimiento del funcionamiento del cerebro, se pueden modificar acciones erróneas, repetitivas e ineficientes que se siguen poniendo en uso y que ya no responden con las necesidades de las aulas de este siglo”. Afirmó, Briand.

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