Una jueza de los Estados Unidos, sucesora del inolvidable Juez Griesa, acaba de decidir de nuevo en contra de la Argentina y a favor de los fondos buitre, exigiendo que el Estado argentino —¡soberano!— entregue el 51% de las acciones y el control de YPF. Se trata de un disparate jurídico y de una intolerable intromisión sobre nuestra soberanía. Pero lo más grave y sorprendente no es el fallo ni el comportamiento de esta jueza; lo más peligroso es que el propio presidente argentino elija ponerse del lado de los poderes extranjeros y no del lado de los intereses nacionales que debe representar y proteger. No hace falta una investigación muy profunda para advertir el vínculo entre la pasión norteamericana de nuestro presidente y esta noticia. Algunos todavía se preguntan por qué Milei viaja tanto al país desde el cual salió este fallo; se nota mucho…
Casualmente anoche, el Presidente estuvo varias horas paveando en una canal de streaming disfrazado con un mameluco de la empresa que quiere entregar y cuya importancia estratégica ignora completamente. A esta altura, qué duda cabe de que este Gobierno “Nacional” no defiende a la Argentina: defiende los intereses de los Estados Unidos y de las finanzas y las empresas extranjeras. Al respecto, su candidato en la Provincia lo acaba de confesar sin disimulo: aspiran a privatizar YPF. En virtud de la gravedad de tal riesgo, mañana realizaré una conferencia de prensa a las 18 horas. Está, otra vez, en peligro un factor crucial para el futuro de nuestro país.
Recuperar YPF fue una de las decisiones más importantes de nuestra historia reciente, valientemente tomada por el Gobierno de Cristina y respaldada en el Congreso por casi todas las fuerzas políticas. Desde su recuperación, la empresa volvió a producir, invertir, crecer y generar empleo. Vaca Muerta se convirtió en un potencial que todos reconocen porque se recuperó YPF. Sobre todo, YPF volvió a estar al servicio del desarrollo nacional. Ahora vienen por eso.
Frente a esta nueva agresión de los buitres, que cuenta ahora con la complicidad del “topo en la Casa Rosada”, desde la Provincia de Buenos Aires respondemos: YPF no se vende.