El fiscal del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa y los abogados de la familia de la víctima propusieron este miércoles al tribunal de Dolores que tendrá a cargo el debate oral unos 150 testigos cada uno, mientras que la defensa de los rugbiers imputados del homicidio solicitó 120 días de instrucción suplementaria para llevar a cabo más medidas de prueba.
Estos planteos se llevaron a cabo durante una audiencia preliminar de tres horas desarrollada en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
“Ratificamos toda la prueba que ofrecimos oportunamente, hablamos del tiempo, en cuanto a jornadas, que nos vas a llevar este debate. No serán menos de treinta jornadas”, explicó esta tarde a la prensa Fernando Burlando, uno de los letrados de la familia Báez Sosa, al término de la audiencia.
A su vez, Burlando cuestionó que el defensor Tomei actúa como un “denunciador serial” de “nulidades” y “planteos” que ya fueron rechazadas en otras instancias.
Y respecto del fiscal Dávila señaló que la impresión que se llevaron es que se trata de “una persona con experiencia” y que “sabe lo que viene a buscar en el juicio”.
“Nosotros vamos a colaborar con él”, añadió el abogado.
Una vez finalizada la audiencia, el TOC 1, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, pasó a deliberar y se tomará cuatro o cinco días para resolver los pedidos a los que suscribieron las partes a través de una acta firmada, añadieron los voceros consultados.
En su resolución, el tribunal también podría fijar ya una fecha de inicio del debate, que será en 2022.
En la citación previa para esta audiencia, el TOC 1 exhortó a las partes a “evitar reproducción de prueba superabundante o superflua, con el correspondiente dispendio jurisdiccional que ello trae aparejado”.
De acuerdo con la elevación a juicio ordenada en febrero por el juez de Garantías 6 de Gesell, David Mancinelli, y confirmada en abril por la Cámara de Apelación y Garantías de Dolores, enfrentarán el proceso oral Máximo Thomsen (21), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22).
Los ocho rugbiers acusados de matar a Báez Sosa afrontan cargos por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, delito que prevé la prisión perpetua.
Además, en el juicio se debatirán las responsabilidades penales de todos ellos por las lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando que se encontraban con él cuando fue asesinado.
En el marco de la investigación del homicidio fueron sobreseídos otros dos jóvenes acusados de ser partícipes necesarios: Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (20).
De acuerdo a la instrucción del caso, el crimen de Fernando se produjo “entre las 4.41 y las 5 del 18 de enero de 2020, frente al local bailable ubicado en avenida 3 y paseo 102, pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell.
El episodio quedó registrado por cámaras de seguridad y en teléfonos celulares de personas presentes en la zona, por lo que los sospechosos fueron identificados y detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban, a pocas cuadras del lugar.
Según la investigación, los ocho jóvenes que serán juzgados “acordaron darle muerte” al joven estudiante de derecho, y para ello “previamente, distribuyeron funcionalmente sus roles”, luego de que “minutos antes, al encontrarse en el interior del local bailable, tuvieran un altercado” con él, “quien se encontraba acompañado con su grupo de amigos”.
La fiscal indicó en su pedido de elevación a juicio que “aprovechándose del estado de indefensión de la víctima, con el fin de darle muerte y cumplir con el plan acordado, los acusados le propinaron” en el suelo “varias patadas en su rostro y cabeza”, y los golpes le produjeron “lesiones corporales internas y externas” que “provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo”.