La polifacética artista estadounidense ofrece esta noche un show artístico gratuito e histórico que, a su vez, reanimó la economía de Río. Fanatismo por ver a la estrella del pop, que se emocionó en el show y leyó una carta para los brasileños.
“Se espera que sea la audiencia más grande de su carrera”, especularon esta noche los medios que cubren el megarrecital gratuito que la cantante estadounidense Lady Gaga ofrece en las playas de Copacabana, en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil.
Un imponente escenario montado sobre la arena, un total de 16 torres de sonido, varias pantallas gigantes y unos 5 mil agentes de seguridad fueron algunas de las cifras del megashow, que paralizó la ciudad de Río desde la semana pasada.
“Bloody Mary”, “Judas” y “Poker Face” fueron las primeras canciones que la performer ofreció, pasadas las 22 de este sábado, sobre un escenario con dos niveles en el que estuvo acompañada por un versátil cuerpo de baile que contagió a las masas. “Brasil”, dijo varias veces, vestida con un atuendo con los colores de la bandera de ese país.
La cantante desplegó una bandera de Brasil y leyó una carta a sus miles de fanáticos. “Gracias por hacer historia conmigo […] gracias por esperarme por más de 10 años. Los amo, quiero que el mundo vea lo grande que es su corazón”, dijo emocionada. Luego siguió con su clásico “Paparazzi”.
Antes de que arranque el show, preparó el ambiente festivo el reconocido Drag Queen brasileño Pabllo Vittar, quien dio un show con su set como DJ.
Casi una década después, la cantante pop volvió a Río para un concierto que bien puede considerarse épico, dentro de una iniciativa de la Alcaldía de Río para intentar atraer a la ciudad a un artista de renombre todos los años.
Lady Gaga, al momento de abrir el show.
En 2024 fue Madonna, la reina del pop, que reunió a 1,6 millones de personas, según datos oficiales, y con Lady Gaga se esperaba una cifra de público similar, aunque medios se animaron a indicaron que la protagonista de “Nace una estrella” reunió a dos millones de seguidores, de acuerdo a cifras no oficiales.
La presencia de la polifacética artista generó, además de un verdadero fanatismo, un impacto de 600 millones de reales (107 millones de dólares / 94 millones de euros) en la economía de Río, según estimaciones oficiales.
Unos 5.000 agentes participaron en el súper dispositivo de seguridad para el macroconcierto gratuito. El objetivo del vasto esquema de seguridad, que se prolongará hasta hoy, es evitar episodios de hurtos y peleas como los ocurridos el año pasado durante el show de Madonna, realizado también en Copacabana.
Una vista aérea de la playa, el público y las pantallas gigantes.
El viernes último Gaga participó en un ensayo previo a su concierto, que despertó aún más euforia entre sus miles de fanáticos, muchos de los cuales se arremolinaban este viernes a las puertas del Copacabana Palace para cantar, bailar y rendir tributo a su ‘Mother Monster’, en la víspera del concierto. Ellos son los llamados “little monster”, un apodo cariñoso dado por la celebridad de ascendencia italiana.
La euforia está disparada entre los fans de la cantante y actriz neoyorquina, que llevan varios días postrados en las gradas colocadas alrededor del lujoso hotel para ver si consiguen ver a su musa o esta se digna a saludar desde la ventana de su habitación.
La legión de seguidores de la intérprete de ‘Poker Face’ y ‘Bad Romance‘ es muy numerosa en Brasil y, como ya ocurrió el año pasado con Madonna, muchos decidieron viajar hasta la capital fluminense para asistir a un concierto que parecía resistirse.
En 2017, canceló a última hora su presentación en Rock in Río por problemas de salud. “Brasil, estoy devastada”, dijo entonces la cantante en un mensaje que publicó en sus redes sociales y hoy convertido en meme.
Muchos seguidores de la cantante tuvieron la expectativa de conseguir un boleto VIP que les diera acceso a estar cerca del escenario. El concierto fue gratuito, pero hubo un espacio reservado para albergar a un puñado de afortunados que pudieron ver a Lady Gaga de cerca.
Para conseguir alguna de esas exclusivas entradas, los clubes de fans oficiales organizaron una suerte de concurso en el que los candidatos debieron responder un centenar de preguntas sobre la vida y la carrera de la ‘Mother Monster’.
Los mejores ganaron dos entradas VIP; el resto, se tuvo que conformar con verla a través de las pantallas y apretujados entre cientos de miles de personas.
En 2018, la neoyorquina protagonizó el musical “A Star is Born (Nace una Estrella)” junto a Bradley Cooper.
En 2019 ella ganó el Oscar por el tema original que también cantó este año junto a Bradley Cooper en una performance en vivo en la ceremonia de los premios.
