Murió Armani, el rey de la moda italiana

Con 91 años, Giorgio Armani falleció en su casa en Milán, según confirmó la firma que lleva su nombre. Su ausencia en los desfiles de junio ya había despertado preocupación: se encontraba recuperándose de una enfermedad cuya naturaleza no había trascendido.

El legado de Giorgio Armani

Armani marcó un antes y un después en la moda prêt-à-porter. Desde la década del 70 revolucionó la sastrería masculina con el traje desestructurado, una silueta que eliminaba rigideces y proponía una elegancia silenciosa. Ese gesto minimalista y moderno transformó la manera en que el mundo entendía el lujo.
Al mismo tiempo, supo ofrecer a las mujeres prendas que escapaban a la feminización forzada y a la masculinización rígida: pantalones y blazers diseñados especialmente para la silueta femenina, que pronto se convirtieron en piezas centrales del vestuario profesional y de las pasarelas internacionales.

Su influencia trascendió los ateliers y marcó huella en la cultura visual contemporánea. Armani vistió a Sophia Loren, Julia Roberts, Anne Hathaway, Zendaya, Robert De Niro, Leonardo DiCaprio y Timothée Chalamet, entre tantos otros. Su estética sobria y atemporal fue sinónimo de distinción en las alfombras rojas más importantes del cine y la música.

Además, definió el uniforme de ejecutivas y hombres de negocios en el siglo XXI, instalando un concepto de sobriedad que se convirtió en sinónimo de poder y estilo global.

En un mercado dominado por conglomerados, Armani se mantuvo hasta sus últimos días como propietario y director creativo de su casa de moda. Supervisó cada colección con atención obsesiva al detalle y mantuvo la coherencia de una marca que, durante más de cinco décadas, representó un estilo inconfundible.

Su compañía, fundada en 1975, se convirtió en un emblema de independencia y paciencia empresarial, levantada sobre una visión clara: la libertad de pensamiento y acción como sello de identidad.

Cómo será la despedida a Giorgio Armani en Milán

El Grupo Armani anunció el funeral público será en el Teatro de Milán, entre el sábado 6 y el domingo 7 de septiembre. Allí, el público podrá despedirlo entre las 9 y las 18 horas. El funeral, en cambio, será privado, cumpliendo con el expreso deseo del diseñador.

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