La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió hoy por la desaceleración que registrará el crecimiento mundial durante el año próximo a causa de lo que consideran como un “masivo e histórico” shock energético motivado por la guerra entre Rusia y Ucrania, el cual señala como el peor desde los años setenta, según su último informe de “Perspectivas Económicas”.
De esta forma, la OCDE prevé un crecimiento de 3,1% para el cierre de este año con una leve modificación al alza frente al 3% estimado en el anterior reporte de junio, aunque por debajo del 4,5% que se proyectaba hace un año atrás.
En 2023 la expansión será menor de la esperada: la economía mundial crecerá 2,2% –una reducción respecto del 2,75% que se preveía- para, luego, remontar a 2,7% en 2024, rango que, no obstante, seguirá siendo “insatisfactorio” de acuerdo con el organismo.
“El crecimiento en 2023 dependerá fuertemente de las principales economías emergentes de Asia, que representarán casi tres cuartos de la expansión global, con Estados Unidos y Europa desacelerándose fuertemente”, explicó el informe.
La inflación, el alto costo de la energía, el débil crecimiento del poder de compra real de los hogares y la caída de la confianza son los principales motivos que atentarán contra el crecimiento.
A esto se suma el endurecimiento de la política monetaria de los principales bancos centrales, los cuales incrementaron las tasas de interés para bajar la inflación, con el costo de “incrementar los desafíos financieros para los hogares y las empresas”.
Entre los países que se estima que cerrarán 2022 por encima del promedio mundial se encuentran Arabia Saudita (+9,8%), India (+6,6%), Indonesia (+5,3%), España (+4,7%) y Argentina (4,4%).
En tanto, Francia (+2,6%), Estados Unidos (+1,8%), Alemania (+1,8%) y Japón (+1,6%), son las potencias que más se vieron impactadas por los efectos de la guerra.
Rusia –afectada por las sanciones y la invasión a Ucrania- caerá 3,9% este año, 5,6% el próximo y 0,2% en 2024.
Por su parte, India será el país –superando a China- que liderará la tabla en 2023 y 2024, con expansiones previstas del 5,7% y 6,9%, respectivamente, mientras que Estados Unidos se mantendrá prácticamente estancado con crecimientos proyectados del 0,5% y 1%.
En tanto, la OCDE prevé que tanto Alemania (-0,3%) como Reino Unido (-0,4%) entrarán en recesión en 2023.
Respecto de Latinoamérica, el informe señaló que “las principales economías se comportaron mejor de lo esperado en 2022” al beneficiarse de “mejores términos de intercambio”, pero se espera que el rebote “pierda fuerza” en 2023 y 2024.
El organismo con sede en París estima una inflación en las principales economías que promediará el 9,4% anual este año para luego caer a 6,6% en 2023 y 5,1% en 2024.
Para Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, la mejor manera para mejorar el contexto económico es “terminar con la guerra y lograr la paz en Ucrania” pero, hasta que ello suceda, consideró importante que los gobiernos “desarrollen políticas a corto y mediano plazo para enfrentar la crisis, aliviar su impacto y construir los cimientos para una fuerte y sustentable recuperación”.
El informe también advirtió acerca de la situación en los países de bajos ingresos, vulnerables a los altos precios de las commodities y al endurecimiento de las condiciones financieras que podría recrudecer la deuda de los mismos.
Del mismo modo, alertó por un posible empeoramiento en la situación energética si Europa debe acudir al racionamiento para abastecerse.
Como recetas, el organismo recomendó continuar con el endurecimiento monetario para bajar la inflación y elaborar medidas fiscales focalizadas que alivien el impacto de los precios.
“Los países deben concentrarse en políticas que mejoren el funcionamiento del intercambio internacional, aumenten la productividad y las condiciones de vida, y enfrenten las brechas de género en el mercado laboral”, aconsejó la OCDE.