El climatólogo francés Hervé Le Treu afirmó que “no sólo hay que reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino que hay que garantizar el acceso al alimento y al agua potable para una población cada vez más grande”.
El climatólogo francés y director adjunto de la Unidad Instituto Franco-Argentino sobre estudios de Climas y sus impactos (UMI-IFAECI), Hervé Le Treut, afirmó que “el cambio climático requiere el compromiso de todos, no sólo hay que reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino que hay que garantizar el acceso al alimento y al agua potable para una población cada vez más grande”.
Le Treut, actualmente visita nuestro país para participar en la Facultad de Ingeniería de la UBA, de la “Cumbre Climática de los Jóvenes”, un primer modelo de Naciones Unidas que simula la “21ª sesión anual de la Conferencia de las Partes (COP 21)” que tendrá lugar a fin de año en París y en la que todos los países buscan alcanzar consensos políticos para mitigar el cambio climático.
El climatólogo sostuvo en diálogo con Télam que “la reunión de París debiera ser el inicio de un proceso en el que se fijen sinceras pautas de reducción de emisiones de dióxido de carbono para todos; necesitamos reducir las emisiones hasta un setenta por ciento para el 2050 y eso garantizando la comida para todos y la sustentabilidad de la biodiversidad, porque las especies que desaparecen no las podemos volver a crear”.
Le Treut explicó que “este cambio se manifiesta fundamentalmente en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, gas que inevitablemente genera calentamiento”.
“Estamos al principio del proceso y si continuamos emitiendo dióxido de carbono y otros gases invernadero ese proceso va a acelerarse porque estos gases se acumulan en la atmósfera y revertir su presencia costaría muchísimos años”, advirtió.
El especialista señaló que “cuando comencé a investigar las emisiones causadas por combustibles fósiles estas representaban entre uno y dos billones de toneladas de carbono al año; hoy en día esas emisiones representan diez billones de toneladas anuales”.
“Es como cuando vamos en la ruta y vemos problemas en el horizonte, si conducimos a diez kilómetros por hora tenemos tiempo de analizar el obstáculo y planear como evadirlo; pero hoy estamos manejando a más de cien kilómetros por hora y cada vez aceleramos más”, ejemplificó.
Le Treut apuntó que “ahora hay síntomas claros de que el calentamiento que se ve en muchos lugares se debe fundamentalmente a las emisiones de dióxido de carbono y otros gases, y de que ese fenómeno va a profundizarse mientras sigamos emitiendo”.
“Hay que hacer algo si queremos evitar un cambio drástico de las condiciones ambientales; no se trata de especulaciones apocalípticas sobre el fin de la humanidad, sino del desafío de enfrentar los problemas que plantean el crecimiento demográfico, la necesidad de preservar la diversidad y un montón de problemáticas que debemos abordar integradas”, enfatizó.
En ese sentido, remarcó que “vivimos en un mundo con una población creciente que tiene derecho a una alimentación digna, al agua potable y a muchas otras cosas que a veces se salen de plano cuando hacemos discursos simplificados sobre el cambio climático”.
Respecto de la actividad que se desarrolla en la facultad de Ingeniería de la UBA y que reúne a casi un centenar de jóvenes que interpretan los roles de distintos países participantes de la COP 21, el francés dijo que “simulaciones cómo esta son una manera de anclar el debate, con cada participante jugando un rol distinto y en el que al final se trata de integrar complejidades y necesidades de todos”.
“Lo que se proponen estas negociaciones que van a concluir en Francia a fines de este año es conseguir que cada estado haga su compromiso para enfrentar el cambio climático y con todas esas cifras en la mesa ver hasta dónde se puede avanzar en consensos”, agregó.
El especialista insistió en que “hay que tener esta discusión sobre una base abierta y teniendo en cuenta todos los criterios, no sólo los físicos o climáticos, sino también los económicos y sociales”.
“Estamos en una fase donde se necesita una discusión de los problemas que vaya más allá de los debates entre apocalípticos y escépticos; tenemos que discutir que es lo que podemos empezar a hacer, que es algo distinto”, aclaró.
“Lo primero que hay que hacer es poner los problemas arriba la mesa y discutirlos, porque ya no hay posibilidad de seguir haciendo lo que cada uno quiere; ya no podemos evitar un cambio en nuestros modos de vida, ya no podemos dejar de preservar la biodiversidad, necesitamos compromisos sinceros en muchos aspectos y ahí la voz de los países del sur es muy importante”, resaltó.
El climatólogo analizó que “un fondo verde financiado por los países desarrollados es viable si se pueden definir criterios claros para que su manejo sea serio; no puede terminar siendo un regalo a tal o cual gobierno, sino un apoyo para disminuir vulnerabilidades ante el cambio climático”.
“Si todos los países, incluso los que más carbono emiten, firman un acuerdo con metas suficientemente ambiciosas es probable que estemos ante la concreción de un primer paso que nos permita definir nuevas etapas de desarrollo”, aseguró.
“Es muy complejo el proceso y necesitamos realmente una reflexión compartida, y la generación que va a encargarse de eso es la de los que hoy son jóvenes, por eso es importante que hoy participen de espacios de debate activamente”, concluyó.
ha bajado el nivel del agua en estos últimos 14 años.
Lago Powell, Utah.
La imagen de la izquierda fue tomada por la Nasa en 1999. La imagen de la derecha ha sido tomada en Mayo de 2014. Estas dos imágenes por satélite muestran la drástica caída del nivel de agua del Lago Powell en Utah, que ha perdido el 42% de su capacidad solo en 15 años.
Lago Folsom, California.
California también esta en apuros. En junio de 2014 las reservas de agua se sitúan en el 60% de su promedio histórico sin embargo han doblado la densidad de población.
La comida crece donde hay agua.
California suministra el casi el 100% de las zanahorias, aguacates, fresas, uvas y almendras consumidas en Estados Unidos y también es uno de los mayores productores de ganado. Sin embargo, sus suelos se están secando, la producción de 2014 ha sido calificada como pobre y el precio de los alimentos ha subido.
La sequía tiene un importante impacto en la formación de incendios y su rápida propagación.
El nivel del mar crece.
El aumento de las temperaturas esta derritiendo los glaciares y las capas de hielo a un ritmo alarmante.
El gas metano es el responsable del efecto invernadero y el aumento de la temperatura que provoca el deshielo. El propio hielo del Ártico también almacena una tonelada de gas metano en su interior y su liberación acelera el proceso.
El nivel del mar aumentará hasta 216 metros tragando por entero muchas zonas costeras.
Esta acidificación también afecta a la calidad de vida de los peces y en ocasiones los mata por miles haciendo que floten a la deriva.
En las aguas cálidas los problemas aumentan.
La reciente proliferación de algas tóxicas del Lago Erie dejo sin agua potable más de 500.000 personas. Los científicos explicaron que este fenómeno de floración incontrolado se produjo por la presencia de una alta cantidad de químicos y pesticidas que las lluvias habían arrastrado hasta el lago provenientes de las cosechas.
El aumento de las Catástrofes Naturales.
El cambio climático no solo esta afectando a las reservas de agua del planeta sino que esta cambiando por completo el ciclo del agua dando lugar a múltiples catástrofes naturales.
Climas Extremos.
Super Tifones.
Los tifones se presentan cada vez con más frecuencia y más fuerza. Así quedó Flilipinas tras el tifón que dejo más de 10 mil muertos.
Tormentas de Polvo.
Inundaciones
Fotos: la voz del muro
Telam