Ciudadanía italiana: quiénes pueden obtenerla y quiénes no con la nueva ley

La nueva ley impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni impide que muchos argentinos descendientes de italianos puedan

Hace unos días la Cámara de Diputados de Italia convirtió en ley el decreto del Gobierno de Giorgia Meloni que modifica el proceso de reconocimiento de la ciudadanía italiana, con nuevas restricciones.

Desde la entrada en vigor de esta ley, miles de argentinos descendientes de italianos se preguntan si aún están a tiempo de acceder al reconocimiento de la ciudadanía. Es que las nuevas disposiciones introducen cambios sustanciales, y su interpretación sigue generando incertidumbre.

Frente a la gran cantidad de información errónea y desinformación que circula, especialistas en el tema confirman quiénes si y quiénes no pueden obtener el reconocimiento de ciudadanía italiana según esta nueva legislación.

Según Antonella Nediani, colaboradora profesional del Studio Legale Montefiori y miembro del Comitato di Italodiscendenti contro il D.L. 36/2025, lo más relevante de esta ley es que introduce tres grandes vías de acceso a la ciudadanía italiana para descendientes: de forma automática; por beneficio de ley; y por concesión, esta última no es un derecho sino por vía discrecional del Estado.

Ciudadanía automática

Adquieren la ciudadanía automáticamente los hijos y nietos de italianos, hasta el segundo grado de descendencia, cuyos ascendientes posean o hayan poseído la ciudadanía italiana en forma exclusiva, es decir que no hayan adquirido ninguna otra nacionalidad.

También la obtienen quienes antes del 27 de marzo de 2025 hayan presentado la documentación para el reconocimiento, o incluso hayan obtenido un turno para hacerlo, aunque más de un caso planteado hoy incluye pruebas más informales como haber fijado residencia o recibido un turno verbal.

La interpretación de qué constituye ‘documentación’ será clave para la aplicación de esta normativa. En estos casos, se sigue el procedimiento previsto en la conocida Circular K/28. Y es importante subrayar que los hijos menores nacidos antes del 27 de marzo solo quedan comprendidos si se solicitó la transcripción del acta de nacimiento antes de esa fecha. Si no, deben iniciar una solicitud por beneficio de ley, que no es automática, y tienen tiempo hasta el 31 de mayo de 2026 para hacerlo”, aclara la abogada.

Vía judicial

En este caso se permite el reconocimiento si la demanda fue presentada ante los tribunales antes del 27 de marzo. Además, se contempla una figura específica para hijos nacidos en Italia cuyo progenitor haya residido allí al menos dos años consecutivos luego de haber sido reconocido ciudadano italiano y antes del nacimiento del hijo. En estos casos, no se exige que el progenitor haya tenido solo la ciudadanía italiana.

Por concesión

En este caso se trata de una facultad discrecional del Estado italiano, que puede ser denegada, o exigirse posteriormente nuevos requisitos para obtenerla.

“La ciudadanía por beneficio de ley es un derecho garantizado, que debe ser reconocido automáticamente una vez verificadas las condiciones establecidas. A diferencia de la concesión, este procedimiento no depende de la voluntad del Estado, sino que es de cumplimiento obligatorio, lo que brinda mayor certeza jurídica en un escenario regulatorio todavía confuso y sometido a múltiples interpretaciones”, explica Nediani.

Uno a uno quienes sí y quiénes no

Los que no podrán

Ya no se considerará automáticamente ciudadano italiano quien haya nacido en el extranjero y tenga otra ciudadanía, incluso si antes se hubiese reconocido por iure sanguinis. “Esto afecta casos de ciudadanía directa por descendencia, adopción en minoría de edad, matrimonio -antes de 1983- y transmisión a hijos menores convivientes”, enumera Franco Tirelli, diputado italiano del Maie, elegido por América del Sur.

Excepciones para mantener o reconocer la ciudadanía

Se podrán reconocer como ciudadanos italianos aquellos que hayan presentado su solicitud con documentación antes del 27 de marzo de 2025; hayan recibido un turno oficial antes de esa fecha; hayan iniciado juicio judicial antes de esa fecha; y tengan un padre o abuelo que tenía solo exclusivamente ciudadanía italiana al momento del nacimiento. “También podrán obtenerla quienes tengan un padre que vivió al menos dos años en Italia luego de haber adquirido la ciudadanía y antes del nacimiento del hijo”, agrega Tirelli.

Otro punto importante es que cualquier ciudadano que por nacimiento obtuvo la ciudadanía en el consulado, comuna en Italia o judicialmente puede anotar a sus hijos nacidos antes del 24/5/25 y si aún no lo han inscripto en el anagrafe del Consulado tienen tiempo hasta el 31/5/26 para hacerlo. “Los nacidos después del 27/3/25 a las 23.59 tienen un año para inscribirlo, desde el momento del nacimiento”, aclara el diputado del Maie.

Hijos menores nacidos en el extranjero

Es importante tener en cuenta que ya no adquieren automáticamente la ciudadanía.

“En este paso pueden adquirirla si ambos padres o tutores hacen declaración de voluntad, si el menor reside legal y continuamente por dos años en Italia; o la declaración se presenta dentro del primer año de vida o adopción. Además, se deberá pagar 250 euros por cada menor para realizar este trámite”, aclara el diputado del Maie.

Derecho a renunciar

Otro punto que introduce esta Ley es que los hijos que adquieran la ciudadanía por voluntad de los padres pueden renunciar a ella al alcanzar la mayoría de edad, siempre que tengan otra nacionalidad.

Para descendientes de italianos se reduce el requisito de residencia legal en Italia de tres a dos años para solicitar la ciudadanía.

Hijos menores de quienes adquieren o recuperan ciudadanía

“Ahora deben residir mínimo dos años continuos en Italia antes de que el padre o madre recupere la ciudadanía. Y, si tienen menos de dos años, deben haber residido desde el nacimiento”, explica Tirelli.

Reapertura del plazo para recuperar la ciudadanía

Este caso aplica para quienes perdieron la ciudadanía antes del 15 de agosto de 1992, ya sea por naturalización extranjera o por ser hijo menor conviviente. “El plazo para solicitar el reingreso es del 1 de julio de 2025 al 31 de diciembre de 2027”, suma el diputado del Maie.

Oriundos

Sobre los oriundos Tirelli aclara que aún falta el decreto del Ministerio del interior donde se va a determinar los países que van a integrar los flujos migratorios y qué generaciones puedan realizar la ciudadanía a los dos años de residencia y la obtención del permiso de soggiorno para trabajo en relación de dependencia.

Posibles caminos

Frente a esta compleja situación el abogado italiano Marco Mellone destaca que los Consulados y Comunes italianos serán obligados a aplicar esta nueva disciplina. Por lo tanto, las demandas administrativas de quien no cumple con los nuevos requisitos serán rechazadas.

“Sin embargo, los descendientes podrán acudir en cualquier momento a la vía judicial, o sea pedir el reconocimiento de la ciudadanía italiana ante un Tribunal italiano. De hecho, la nueva ley es inconstitucional por varios motivos entre ellos porque se aplica retroactivamente a personas que ya fueron reconocidas por la ley anterior ciudadanas italianas desde el nacimiento”, resalta.

Claro que por vía judicial no podrán acceder la mayoría de los argentinos descendientes de italianos porque el proceso es más largo y costoso que por vía administrativa.

Sin embargo los especialistas concuerdan con que aún hay una luz de esperanza: la audiencia clave en la Corte Constitucional italiana que se realizará el próximo 24 de junio. “Hay una gran expectativa en torno a ese fallo que podría reafirmar el principio del iure sanguinis, o terminar consolidando un enfoque más restrictivo que afecta a miles de italodescendientes, incluso a la gran cantidad de argentinos instalados en Italia que aún no obtuvieron la ciudadanía y no cuentan con los requisitos que impone esta nueva ley”, explica Nediani.

Sobre este tema Mellone explica que la Corte Constitucional italiana analizará la constitucionalidad de la ley que fue aplicada hasta hoy, la cual no establecía ningún límite. “La nueva ley considera la ley anterior desproporcionada e irrazonable, una eventual decisión de la Corte Constitucional que establezca lo contrario desestimará la nueva ley y su filosofía de fondo. Por lo tanto, recomiendo a todos los interesados seguir con atención el desarrollo de este caso ante la Corte Constitucional, cuya audiencia será publica y grabada en el sitio de la Corte Constitucional italiana”, sugiere.

Por otro lado, en medio de este escenario incierto, el consejo de los abogados es claro: cada caso debe ser evaluado individualmente por especialistas en ciudadanía italiana, tanto para identificar la vía correcta de acceso como para iniciar acciones administrativas o judiciales en caso de rechazo.

La vía judicial podría ser necesaria para resolver dudas interpretativas sobre conceptos jurídicamente ambiguos presentes en la ley, como por ejemplo qué se entiende por “documentación” para acreditar el derecho al reconocimiento, o quiénes deben considerarse “ciudadanos por nacimiento”, una noción no definida expresamente por la nueva normativa.

“Frente a decisiones discrecionales o criterios restrictivos, la intervención profesional adecuada puede ser determinante para salvaguardar derechos adquiridos o en formación”, concluye Nediani.

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