La Selección tuvo una pobre producción y perdió 2-1 en la undécima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas de fútbol. El equipo dirigido por Lionel Scaloni, todavía líder, buscará recuperarse el martes ante Perú, en La Bombonera.
Argentina se topó con un incómodo Paraguay, tuvo una producción opaca, sufrió la pelota parada y cayó 2-1 en el estadio Defensores del Chaco de Asunción, en la undécima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas de fútbol.
Llamado de atención para el todavía líder de la competencia, que buscará reponerse el martes a las 21 frente a Paraguay, en La Bombonera.
Argentina no aprovechó ni siquiera la ventaja inicial, por el gol a 12′: asistencia “pinchada” de Enzo Fernández para el pique justo de Lautaro Martínez -el línea levantó la bandera pero luego el VAR rectificó-, quien después de un control con derecha sacó un remate cruzado letal.
El equipo de Scaloni tuvo falencias en la salida, careció de fluidez en el mediocampo y dependió de la jerarquía individual. Esta vez no fue suficiente frente a un Paraguay que no se vino abajo y pronto marcó el tanto del empate.
Argentina desatendió marcas en las jugadas de pelota quieta y lo pagó caro. Primero sufrió un cabezazo en el travesaño, pero en la continuidad de la jugada llegó otro centro para la espectacular chilena de Antonio Sanabria.
En el seleccionado albiceleste hubo rendimientos flojos de Alexis MacAllister y Rodrigo Del Paul, los laterales no brindaron seguridad y los centrales quedaron en la foto de los goles.
También fue perjudicado por el árbitro Daronco, quien no le quiso sacar la segunda amarilla a Alderete, a la postre, autor del segundo gol en el inicio del complemento: tiro libre desde la derecha e ingreso solitario del defensor, quien ajustó su cabezazo justo al palo contrario.
No hubo reacción del campeón del mundo. Argentina modificó nombres, pero atacó sin profundidad frente a un rival bien plantado. La principal búsqueda fue hacia el revulsivo Garnacho, quien no terminó casi nunca bien las jugadas.
Su única llegada clara fue de contraataque, después de una pase bárbaro con cara externa de Julián Álvarez para la llegada franca de De Paul, quien tuvo un control muy largo y resolvió mal frente al arquero. Sobre el epílogo, también inquietó con un cabezazo de Castellanos, recién ingresado.
Demasiado poco para un seleccionado al que le suele sobrar potencial ofensivo.
Paraguay, por el contrario, confirmó el gran momento que atraviesa desde la llegada de Alfaro. El DT argentino tomó al seleccionado “guaraní” en el fondo del mar, le ganó a Brasil y Argentina y se metió en zona de clasificación al Mundial.