Un grupo de personas empujó las vallas junto a la casa de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, y la Policía de la Ciudad respondió con un fuerte operativo represivo, que incluyó gases lacrimógenos y camiones hidrantes. Por el momento, se registra al menos un herido, con lesiones cortantes en su cabeza: se trata del periodista Ezequiel Guazzora.
La tensión se produjo mientras el kirchnerismo repudiaba el operativo policial dispuesto por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que aisló el edificio donde vive la vicepresidenta.
Pasadas las 17:30, comenzaron a registrarse los primeros momentos de tensión e incidentes. En medio de corridas y cánticos militantes, cientos de personas tumbaron la contención policial.
En ese contexto, el dirigente social Juan Grabois intentó mediar entre los manifestantes y la Policía, para evitar un operativo represivo. También insinuó la posibilidad de que los disturbios se podrían haber iniciado por presuntos infiltrados.
Acto seguido, la Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar la zona. También se utilizaron camiones hidrantes. Con el correr de los minutos, la situación se desmadró: decenas de individuos atacaron los vehículos policiales y los uniformados aumentaron la intensidad del operativo.
“Era totalmente evitable esta situación. Hace tiempo pedimos evitar las situaciones de violencia, cuando acá solo hay un pueblo”, dijo Grabois.
Con el correr de los minutos, trascendieron las primeras detenciones de la tarde: el diputado Matías Molle y otros dos dirigentes de La Cámpora, Facundo Tinganelli y Fabián “El Conu” Rodríguez.
Pasadas las 18, la violencia se calmó y en Recoleta se vivió una tensa calma. Frente a la propiedad de Kirchner todavía hay cientos de manifestantes que le expresan su apoyo incondicional. La tarde continuó con cánticos peronistas y mucha presencia policial en la zona.
Imágen: Nicolas Stulberg)
Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)