Condenan a dolorense por intento de robo en un “polirubro” del Barrio de la Estación

Y por “tenencia ilegal de arma de guerra”. El hecho ocurrió en septiembre del año pasado. El fallo lo dictó la Dra. Avalos como Juez unipersonal del Tribunal en lo Criminal nº 2 Departamental, en el marco de un juicio abreviado.

En un fallo dictado por la Dra. Analía Graciela Avalos como Juez unipersonal del Tribunal en lo Criminal nº 2 Departamental, se condenó a un vecino juzgado por un intento de robo que perpetrara en un “polirubro” del Barrio de la Estación, portando en forma ilegal un arma fuego de guerra.

El juicio tuvo carácter de abreviado y había sido consensuado por el Fiscal Dr. Juan Manuel y el Defensor Oficial Dr. Rolando Brown, con el consentimiento expreso del procesado en cuanto a la calificación y el estimado de la pena a imponer.

En cuanto a la existencia de los hechos, la Juez Avalos indicó que entre la 1,30 y las 2 de la mañana del 29 de septiembre de 2014, Alfredo Moyano (Tatín), llegó en una moto Gilera Smash 110 hasta el Polirubro “Mario’s”, ubicado en calle Buenos Aires 1495 (esquina Callao) de nuestra ciudad, donde portando sin autorización legal una pistola Bersa Thunder, sin numeración, y cargada con dieciséis proyectiles, ingresó al interior del comercio, donde intimidando al propietario con esa pistola le exigió que entregara el dinero existente, no pudiendo apoderarse del mismo ante la intervención de un empleado, quien lo tomó de los brazos por detrás e inició un intenso forcejeo con el malviviente, interviniendo en esas circunstancias el dueño mientras Moyano intentaba huir, no lográndolo ya que ambas victimas pudieron reducirlo y entregarlo a la policía.

Según el acta labrada por la policía, a la llegada de los efectivos tras ser alertados de la emergencia, constataron que a unos cuarenta metros del comercio había dos sujetos sujetando a otro en el piso, quienes refirieron que éste había ingresado al local encapuchado, vestido de negro, y los había amenazando con un arma para que entregaran la recaudación. Asimismo se precisó que el ladrón había mordió el brazo al propietario en su intento de escapar, pero que había sido alcanzado por los damnificados y comenzando un nuevo forcejeo, en el que se le había caído la capucha, precisándose que cuando el sujeto intentaba subir a la moto había sido finalmente reducido. Se dejó además constancia de la incautación de una pistola Bersa Thunder, un cuellito polar y de la motocicleta.

El propietario del local al formular la denuncia precisó detalles de lo ocurrido, y dijo que cuando el sujeto había golpeado contra una estantería él le había sacado la capucha, y reconocido como “Tatín” Moyano ya que era cliente de su negocio. Y agregó, que cuando llegó la policía Moyano se había puesto como loco, los había amenazado mientras decía que “iría preso”. Que en el momento en que le habían sacado la capucha se justificaba diciendo que lo hacía “por su hija”, y que cuando lo mordió había dicho “te vas a morir de SIDA”.

Por su parte el empleado además de concordar con el relato del dueño, manifestó que cuando vio que un sujeto apuntaba al propietario con un arma había pensado que se trataba de una broma, pero que al darse cuenta de la gravedad de la situación se dirigió hacia él, lo tomó por la espalda, produciéndose un forcejeo, durante el cual el individuo le había pegado con el arma en la frente y la nariz. Resaltó el testigo, que el sujeto cuando lo tenían inmovilizado en el suelo los había amenazado de muerte.

Una vecina que circunstancialmente pasaba junto a su esposo por el lugar, dijo haber visto que una persona tenía a otra sujeta contra el piso y que al empleado del polirubro se lo veía sangrante. Que el primero decía “este hijo de puta me acaba de robar”, mientras que el segundo le lograba sacar un arma, parecida a la que usa la policía.

La consulta informática realizada al Registro Nacional de Armas permitió determinar que el imputado no tenía autorización para portar armas, no pudiéndose determinar detalles de la incautada en razón de que tenía limada su numeración.

El procesado dio una versión totalmente distinta de lo ocurrido dentro del local, manifestando que le habían pegado, que había perdido el conocimiento, que cuando lo recuperó estaba en la vereda, donde le seguían pegando y no sabía por qué. Que el arma no era de él, aclarando también, que en ningún momento había salido por su voluntad del negocio.

Sin embargo para la Dra. Avalos, la versión de Moyano había sido con la finalidad de desligarse del hecho que se le imputaba, siendo para la Juez “absurda y huérfana de sustento” lo narrado por el imputado, ya que si lo narrado por las víctimas no fuera cierto, el intento de desapoderamiento del dinero, “no se explica por qué ambos habrían realizado tantos esfuerzos por aprehender al procesado y dar aviso a la autoridad policial”.

Además precisó sobre el hallazgo del arma y de los proyectiles en cercanías del lugar donde se produjo la aprehensión, lo declarado por la testigo, como también el desorden constatado en el interior del comercio, lo que permitía descartar que los hechos se hubieran producido por una supuesta pelea que involucraba a una de las víctimas con una mujer, con la que Moyano había tenido relación sentimental.

Por todo ello la Dra. Avalos resolvió condenar a Alfredo Oscar Moyano, “Tatín”, de 47 años, con domicilio en el Barrio El Cruce de Dolores, a la pena de Cuatro años y tres meses de prisión, como autor del delito de “Portación de arma de guerra de uso civil condicional sin la debida autorización, y Robo agravado por el empleo de arma de fuego, en grado de tentativa, en concurso real entre sí”.

Fuente: Compromiso

Compartir este artículo