Martín Menem cuestiona el uso de las mociones de emplazamiento: “Una práctica parlamentaria arbitraria”

En una extensa columna publicada este domingo, el presidente de la Cámara de Diputados cuestionó con dureza el uso de las mociones de emplazamiento por parte de sectores opositores. Advirtió que se trata de una práctica “arbitraria” que distorsiona el reglamento parlamentario y obstaculiza la labor legislativa.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, advirtió sobre el uso creciente de las mociones de emplazamiento por parte de sectores opositores, a las que calificó como una herramienta de uso político que daña el funcionamiento institucional del Congreso.

“En las últimas sesiones legislativas, ha cobrado notoriedad el uso de las llamadas ‘mociones de emplazamiento’ por parte de distintos bloques parlamentarios”, comienza diciendo Menem, y señala que estos recursos, en teoría diseñados para agilizar el tratamiento de proyectos en comisión, están siendo utilizados de manera “arbitraria” y “con fines políticos”. Según el titular de la Cámara baja, esta práctica “marca un alejamiento del reglamento que la propia Institución dictaminó para sí”.

En una nota de opinión publicada en Infobae, Menem explica que el artículo 106 del reglamento parlamentario establece que la Cámara puede, por intermedio de su Presidencia, requerir a las comisiones que se encuentran en retardo, y eventualmente emplazarlas para una fecha determinada. Sin embargo, aclara que “es condición sine qua non que exista un retardo”, algo que el reglamento “no establece desde cuándo ni bajo qué circunstancias puede considerarse”.

“Se vuelve difícil determinar con certeza cuándo se configura ese supuesto, ingresando en una cuestión absolutamente subjetiva. Acá comienza la raíz del uso arbitrario y político de los emplazamientos”, advierte.

En este sentido, cuestiona que en algunas ocasiones “se ha pretendido emplazar—como ha sucedido—proyectos que ni siquiera tenían giro, o que llevaban apenas unos días de ingresados”.

Además, Menem recuerda que el reglamento ya cuenta con una interpretación vigente sobre el artículo 106, pero sostiene que esta “no ha aportado claridad alguna sobre su aplicación concreta”. Y remarca: “Se interpreta lo que está redactado en forma ambigua, imprecisa o vaga, pero no puede interpretarse lo que no está contenido en el texto. Las lagunas reglamentarias no se resuelven con interpretaciones forzadas, sino mediante una modificación expresa”.

Según la interpretación oficial existente, “el último párrafo del artículo 106 faculta a la Honorable Cámara a requerir —y además, en el mismo acto, a emplazar— a las comisiones para una fecha determinada”, pero “no autoriza ni sugiere una lectura más amplia”. Para Menem, algunos bloques “pretenden ahora ‘reinterpretar la interpretación’”.

Uno de los puntos más controvertidos abordados por el presidente de la Cámara es el intento de calificar a estas mociones como mociones de orden. “Lo que preocupa especialmente es que se intenta clasificar a estas mociones como mociones de orden, lo cual no es un asunto meramente semántico, sino una cuestión de alto contenido político”, señala.

Menem detalla en su columna de Infobae que el artículo 127 enumera cuáles son las mociones de orden y aclara que ninguna de ellas incluye la moción de emplazamiento. “Si el reglamento hubiera entendido que el emplazamiento es una moción de orden, la habría incluido en el art. 127 y no en el 106 donde se regula la actuación de las comisiones”, sostiene. Y concluye: “Pretender agregar un inciso más (emplazamiento) al art. 127 no puede realizarse por vía interpretativa, sino por modificación expresa del reglamento”.

El presidente de la Cámara afirma que esto no significa que las mociones de emplazamiento no puedan ser tratadas, pero sí que “no pueden desplazar o suspender el tratamiento de la orden del día de la sesión y que necesariamente deben ser consideradas al agotar los temas incluidos en la misma”.

En el cierre de su nota, Menem incorpora un análisis político más amplio sobre el funcionamiento del Congreso. “No resulta saludable ni conducente para la vida parlamentaria intentar forzar el reglamento para aprobar ‘solo lo que me interesa’, para ‘irme rápido y no esperar hasta el final’ o para ‘meter por la ventana’ temas que no fueron incluidos ni consensuados en la labor parlamentaria”.

El legislador también lanza críticas directas a sectores de la oposición, recordando que “muchos de los actuales defensores de los emplazamientos pertenecen al bloque que, cuando fue gobierno, cerró el Congreso y sus comisiones, dando lugar a la célebre —y lamentable— frase de que el Congreso era ‘la escribanía de la Rosada’”.

Menem justifica además las dificultades actuales para alcanzar consensos legislativos al señalar que “este gobierno, que llegó con un amplio respaldo popular, es nuevo y de carácter fundacional, y por lo tanto no cuenta con una representación parlamentaria previa que permita traducir automáticamente en bancas el mandato de cambio que la ciudadanía expresó en las urnas”.

Pese a ello, asegura que “la gran mayoría de las comisiones está funcionando activamente, y se ha superado incluso el número de reuniones en comparación con gestiones anteriores”. Pero advierte que “no puede esperarse que las comisiones denominadas ‘de gestión’ atenten contra la gestión misma, promoviendo iniciativas que no solo no ofrecen soluciones, sino que han sido parte del problema que nos trajo hasta aquí”.

Finalmente, Menem lanza un mensaje a la interna legislativa: “Sabemos que la coyuntura electoral lleva a endurecer posturas, especialmente por parte de quienes, cada vez más lejos de la ciudadanía, proclaman que van a volver, desconociendo una realidad que ya los ha dejado atrás”.

Y cierra con una advertencia institucional: “Nos defenderemos —con la Constitución, la ley y el reglamento en la mano— de todo aquello que atente contra la estabilidad institucional y la libertad con la que la gran mayoría de los argentinos ha decidido transitar este camino de transformación”.

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