Inversión responsable en criptomonedas

Parece que quien no entienda de criptodivisas ya no pertenece a este mundo, y la realidad es que la información abunda en todos los entornos informativos, y quien quiera participar de este juego puede formarse fácilmente.

Sin embargo, todo aquel que pretenda invertir tiempo y dinero en este espacio virtual, además de sentir curiosidad, deberá tener acceso a información real, fiable y actualizada para que además de ilusión por obtener beneficios, pueda confiar en que está haciendo las cosas bien.

De forma general, los inversores novatos se enfrentan por primera vez a un activo que no depende de bancos tradicionales ni de horarios de mercado. Sin embargo, esa libertad trae consigo el riesgo de la volatilidad, es decir, la subida en el precio en cuestión de minutos y una baja prácticamente inmediata. En este sentido, se recomienda ejecutar una buena investigación, formarse adecuadamente para apostar de forma responsable y segura.

Es necesario, por tanto, seguir de cerca las cotizaciones, observando el fluir, el movimiento constante del precio bitcoin dólar, que suele ser el más consultado, ya que ayuda a tener una referencia clara de cómo evoluciona el mercado. Plataformas y aplicaciones actualizan esos datos en tiempo real, permitiendo al inversor no recurrir a la magia ni a la intuición.

En cualquier caso, que el gráfico cambie cada poco tiempo no tiene que obligar a una reacción inmediata, lo que hay que aprender aquí es que lo importante es reconocer que es lo que mueve esas cifras y cuál es la mejor forma para encajarla en la estrategia utilizada.

El 14 de abril de 2021, bitcoin alcanzó un máximo histórico que llegó a rozar los 64.800 dólares. Casi de inmediato, en tan solo dos meses, perdió prácticamente la mitad de su valor. Valga este ejemplo como demostración de volatilidad, de lo imprescindible que resulta estar informado y no dejarse llevar por la emoción del momento.

Informarse con calma, no dejarse arrastrar

Además de entender y prever esta mencionada volatilidad, las criptomonedas presentan el reto de captar sólo lo más interesante y útil de la ingente cantidad de información que circula a su alrededor, especialmente reconociendo los cantos de sirena en redes sociales que prometen ganancias rápidas o dan por seguras oportunidades que, en realidad, nadie puede garantizar, para rechazarlos sin contemplación.

Localizar fuentes fiables en medios económicos especializados, informes de empresas reconocidas y plataformas de intercambio con trayectoria comprobada, es lo mejor que se puede hacer en estos casos. Además, se debe insistir en dedicar tiempo a la formación, al menos a aprender lo básico como qué es una blockchain, cómo funciona una billetera digital o por qué no es lo mismo guardar los activos en un monedero frío que en una cuenta online. Esa formación inicial evitará tropiezos comunes, como caer en páginas fraudulentas o confiar en consejos anónimos sin un respaldo real.

Es la educación financiera la mejor herramienta de defensa y, afortunadamente, no faltan cursos gratuitos ofrecidos por todo tipo de universidades y plataformas educativas que explican de forma sencilla los conceptos más básicos y esenciales. Incluso los propios exchanges reconocidos publican manuales y guías para que los usuarios entiendan en qué están invirtiendo.

Por otro lado, es necesario recordar que el dinero virtual no se presenta aislado del resto de la economía global. Este sigue siendo el principal motivo para entender cómo influyen fenómenos como la inflación, las políticas monetarias de los grandes bancos centrales o las tensiones en los mercados tradicionales, datos que aportarán contexto y ayudarán a una mejor interpretación de las habituales oscilaciones del mercado cripto.

Reducir el riesgo con unos simples pasos

Hasta este momento era imposible eliminar la volatilidad de las criptomonedas, pero sí que se pueden adoptar hábitos con el objetivo de reducir su impacto. Uno de ellos es diversificar, es decir, no apostar todo a un único activo digital, otra de las acciones que deben convertirse en costumbre sería la de mantener parte de los ahorros en productos financieros más estables. Ese equilibrio ayuda a no depender únicamente de los vaivenes del mercado cripto.

Otra recomendación es invertir sólo lo que se está dispuesto a perder, una regla de oro para cualquier inversor, para no comprometer los ingresos que sostienen el día a día. Quien entra en este mundo con esa mentalidad logra vivirlo con menos presión.

Por otro lado, es muy importante proteger las cuentas con contraseñas fuertes, activar la verificación en dos pasos y usar billeteras físicas para guardar criptomonedas a largo plazo para dormir tranquilo, defendido de posibles ataques.

Por último, merece la pena incidir en lo fácil que es dejarse llevar por la euforia cuando todo sube o caer en el miedo cuando los precios bajan de golpe. Sin embargo, tomar decisiones en caliente casi nunca da buenos resultados. Siempre hay que tener una estrategia definida y respetarla, incluso en los momentos más tensos.

En este sentido, se deberían incluir reglas tan simples como fijar un porcentaje máximo de pérdida aceptable en cada inversión (stop-loss) o definir un objetivo de beneficios para retirar ganancias sin esperar a que el mercado vuelva a girar.

Con información de calidad, pasos medidos y una actitud serena, se hace posible participar en este ecosistema de manera consciente, disfrutando de sus oportunidades sin perder de vista la tranquilidad personal.

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