María Florencia Cayrol fue reconocida por la Sociedad Americana de Hematología. Obtuvo el Global Research Award 2024 para avanzar con líneas de investigación que procuran aportar a la mejora de los tratamientos de los linfomas de células T. “Es un paso muy importante en mi carrera”, expresó.
La Sociedad Americana de Hematología (ASH) seleccionó este año a once investigadores jóvenes de todo el mundo para reconocer su labor e impulsar proyectos de investigación. La marplatense María Florencia Cayrol, científica del Conicet en el Laboratorio de Neuroinmunomodulación y Oncología Molecular del Instituto de Investigaciones Biomédicas (Biomed, Conicet-UCA), se encuentra entre las especialistas galardonadas con el Global Research Award 2024.
“Haber obtenido el Global Research Award es un paso muy importante en mi carrera, ya que lo que se evalúa en primer lugar es el proyecto científico y luego los antecedentes”, dijo Cayrol, quien nació en Mar del Plata y actualmente trabaja en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Es sentir un respaldo importante por profesionales del área de la hematología con mucha experiencia, que suman a la confianza que uno debe construir para poder generar una línea de trabajo y un grupo de investigación independiente”, agregó.
La Sociedad Americana de Hematología es la agrupación profesional de hematólogos más grande del mundo dedicada a promover la comprensión, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos hematológicos. Desde 1958, esa Sociedad ha liderado el desarrollo de la hematología como disciplina al promover la investigación, la atención al paciente, la educación y la capacitación en el área de la hematología.
“Rol de las hormonas tiroideas en la remodelación de la cromatina: Impacto en la terapia con inhibidores de histonas deacetilasas para el tratamiento de linfomas de células T” es el nombre del proyecto ganador.
“El propósito final al que aspiramos con nuestros estudios es encontrar tratamientos para curar a los pacientes con linfoma de células T (LCT), un tipo de cáncer hematológico muy agresivo”, puntualizó la investigadora del Conicet, también ganadora de la categoría Beca del premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en 2019, de la categoría Rising Talent en el Premio Internacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en 2022, y del premio “Científica del Año” en el Women Economic Forum 2022 (WEF) llevado a cabo en Argentina.
Ciencia enfocada en los pacientes
Las hormonas tiroideas son muy importantes para todas las funciones metabólicas de todo el cuerpo y en la fisiología general, pero hace 20 años se descubrió que en un contexto de cáncer hay un mecanismo por el cual contribuyen al comportamiento maligno de los linfomas T y por lo tanto pueden interferir con la eficacia de la quimioterapia y otros tratamientos aprobados para pacientes con esta patología.
“Si descubrimos los mecanismos moleculares por los cuales las hormonas tiroideas disminuyen la eficacia de determinados tratamientos, podríamos plantear como estrategia terapéutica el desarrollo de fármacos que reviertan las acciones no deseadas de esas hormonas sobre los linfomas de células T y otros tipos de cáncer. A eso nos dedicamos, a producir el conocimiento necesario para mejorar esas terapias y también desarrollar tratamientos novedosos”, explicó Cayrol quien es licenciada en Biotecnología de la Universidad de Quilmes y doctora de la Universidad de Buenos Aires.
En esa línea, un estudio de Cayrol y colegas, publicado en 2015 en la revista Blood, comprobó que las hormonas tiroideas contribuyen al desarrollo maligno de los linfomas de células T ejerciendo su acción sobre un receptor de membrana, llamada integrina αVβ₃, presente en las membranas de esas células malignas.
“Estudios in vitro y preclínicos que realizamos sugieren que la inhibición de ese receptor podría constituir un tratamiento eficaz y potencialmente de baja toxicidad para los pacientes que padecen esta patología”, destacó la científica del Conicet..
El efecto terapéutico de bexaroteno, un medicamento que se utiliza para tratar a pacientes con linfoma cutáneo, también se ve reducido por influencia de las hormonas tiroideas. Estudios in vitro y preclínicos de Cayrol y colegas, publicados en 2022 en la revista Molecular Cancer Therapeutics, demostraron que la inhibición del receptor integrina αVβ₃ mejoró el desempeño de ese fármaco.
“En ensayos clínicos se tendría que comprobar si la combinación del bexaroteno con la inhibición de ese receptor mejora la eficacia terapéutica”, indicó la investigadora.
Por el contrario, en el proyecto seleccionado para recibir financiación, se propone que en el caso de un tratamiento basado en inhibidores de unas proteínas denominadas “histonas desacetilasas” las hormonas tiroideas favorecerían su eficacia. “Según resultados preliminares in vitro las hormonas tiroideas tendrían un efecto positivo en el contexto de esta terapia. Con el apoyo del premio internacional, nos interesa validar este hallazgo en estudios preclínicos”, afirmó la investigadora.
Asimismo, Cayrol señaló que su proyecto de investigación “se centrará en la identificación de mecanismos genéticos y moleculares que ayuden a explicar en qué casos las hormonas tiroideas tendrían un efecto negativo o positivo en la respuesta de los pacientes a diferentes terapias disponibles con el fin de proponer estrategias que mejoren esos tratamientos. También nos interesa contribuir al desarrollo de terapias novedosas, más específicas y eficaces”.
Y concluyó: “El objetivo principal y más importante de todos nuestros estudios es llegar a los pacientes, encontrar terapias que sean más eficientes, que tengan efectos secundarios menores y mejoren su calidad de vida”.