Richard Blake Newton, hacendado inglés, fue quien introdujo el primer alambrado en nuestro país en la Estancia Santa María del partido de Chascomús, siendo un hito fundacional para la historia argentina.
Este lunes 15 de marzo, se conmemoró el “Día del Alambrador”, creado por la Ordenanza Municipal Nº 5223/2018 de Chascomús.
Se rinde homenaje, a quién, en la citada localidad introdujo un adelanto revolucionario para el campo argentino, en el siglo XIX, y transformó la producción agropecuaria para siempre, generando luego un oficio reconocido.
El 15 de marzo de 1801 nació en Lambeth, Londres Reino Unido; Richard Blake Newton. Llegado a la Argentina, en 1834, compró la estancia que administraba en Chascomús y la llamó “Santa María” en honor a su esposa: María de los Santos Vázquez.
En 1844 en un viaje a Inglaterra, descubrió el alambrado y decidió importarlo a la Argentina, suceso que un año después daría como resultado el primer alambrado colocado en nuestro país, con el cual cercó la quinta, la huerta de su estancia y dos montes.
La introducción del alambrado marcó una antes y un después en nuestra campaña, apareciendo el oficio del alambrador, una nueva clase de trabajar rural.
En 1954, se inauguró el monumento a Richard Blake Newton. En esa oportunidad el Presidente de la Sociedad Rural Argentina; dedicó estas palabras: “El alambrado marca un momento crucial en nuestra historia agraria, que es nuestra historia. El alambrado domesticó al ganado; contribuyó a sujetar al indio salvaje; civilizó por fuerza a los pobladores de las pampas e hizo del gaucho nómade un labrador.
El alambrado educó por fuerza a nuestros estancieros criollos, reacios al progreso, y en cambio posibilitó la acción de aquellos progresistas, con la aplicación de métodos racionales y más evolucionados en la explotación de la tierra. El alambrado hizo posible la aparición de la estancia, con su fisonomía actual, y luego la cabaña, tambo, la granja y la chacra. Y todo por obra de aquel inspirado precursor visionario, que fuera don Ricardo Newton. Por ello no puede ser más merecido, más justo, más necesario el homenaje que hoy le rendimos en unl monumento que ha de perpetuar su memoria”.
Luis Augusto Raffo