En el Mar Argentino se han reportado toxinas marinas de origen microalgas asociadas de distintos síndromes de intoxicación por moluscos.
Las mareas rojas, un fenómeno producido por la proliferación de microalgas que se pueden observar como una rojiza “mancha en el mar”, que también pueden ser verdes amarillas o marrones, pueden ser tóxicas para el ser humano, advirtieron desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Las floraciones de algas nocivas (FANs), término por el que se conoce a estos fenómenos naturales causados por organismos fitoplanctónicos microscópicos que, en condiciones favorables para su desarrollo, se multiplican y se concentran, producen efectos nocivos para los ecosistemas y/o la salud humana.
En el Mar Argentino se han reportado toxinas marinas de origen microalgas asociadas de distintos síndromes de intoxicación por moluscos, que incluye el síndrome más grave por su extensión y toxicidad que es la “intoxicación paralizante por moluscos”, que ha ocasionado numerosas muertes humanas, seguida por otro síndrome más leve, que es la “intoxicación diarreica”.
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) recomendó cuando ocurren eventos de floraciones de algas nocivas y los organismos provinciales de control y monitoreo decretan vedas para el consumo de los mariscos “no recolectar almejas o mejillones de la costa” y “no consumir los que no cuenten con el control correspondiente”.
La proliferación de la especies de algas nocivas “pueden ser más frecuentes debido a las condiciones que genera el cambio climático y puede ocurrir que aumenten en su intensidad, que cambien la ventana de aparición o su frecuencia, así como que comiencen a generarse en sectores donde antes no se presentaban”, advirtió el organismo.
Argentina cuenta con un sistema de control y monitoreo de toxinas que surgió en el año 1980 y el Senasa es el responsable del control y coordina esta tarea con los gobiernos provinciales y regionales para la clasificación y control de zonas de extracción y producción de moluscos en cuanto a toxinas legisladas y límites para su consumo.
Los efectos del fitoplancton involucrado puede dividirse en dos grupos: el primero no produce toxinas, pero causa efectos nocivos que afectan la calidad del ambiente o mortandad de organismos marinos por anoxia o daño físico a sus branquias.
Por otro lado, el segundo grupo, el más perjudicial, es el que produce potentes toxinas que pueden contaminar los alimentos de origen marino y poner en riesgo a la salud humana, ocasionando también la mortandad de organismos marinos por intoxicación.