El administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció este jueves la creación de un departamento especializado en el estudio de los Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP, en inglés), que intentará encontrar sentido a las “anomalías en los cielos” que se encuentran frecuentemente.
Además, la comisión de expertos concluyó en que “no hay razón para concluir que los informes existentes sobre UAP tengan una fuente extraterrestre”. Aunque aclararon que “sí reconocemos eso como una posibilidad, entonces esos objetos deben haber viajado a través de nuestro sistema solar para llegar aquí. Así como la galaxia no se detiene en las afueras del sistema solar, el sistema solar también incluye a la Tierra y sus alrededores. Por lo tanto, existe una continuidad intelectual entre las tecnofirmas extrasolares, el sistema solar SETI y la posible tecnología alienígena desconocida que opera en la atmósfera de la Tierra”. Y agregaron: “Si reconocemos la plausibilidad de cualquiera de ellas, entonces deberíamos reconocer que todas son al menos plausibles”.
“Usaremos la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para buscar anomalías en los cielos y continuaremos buscando habitabilidad”, afirmó Nelson en una conferencia de prensa en la que se presentó un informe sobre cómo mejorar la identificación de los Ovnis. También negó que el Gobierno estadounidense esté siendo poco transparente con los fenómenos que se encuentran y no se pueden identificar e insistió en que la NASA no ha hallado “ninguna evidencia de que los UAP tengan un origen extraterrestre”.
LA NASA Y LOS OVNIS
El término OVNI ha sido reemplazado en la jerga del gobierno por UAP (fenómenos aéreos no identificados). La idea es desestigmatizar el tema. La NASA define estos fenómenos como “la observación de eventos en el cielo que no pueden identificarse científicamente como un avión o un fenómeno natural conocido”.
Si bien reconoce la existencia de tales eventos y la necesidad de tomarlos en serio, la NASA lleva un año repitiendo que no hay pruebas de que tengan un origen extraterrestre. Durante una reunión en junio, los expertos subrayaron la necesidad de recopilar más datos, de una manera mucho más rigurosa que hasta ahora.
Un miembro del panel había pedido la creación de una oficina dedicada al tema dentro de la agencia espacial. Al inicio de los trabajos se anunciaron tres objetivos.
En primer lugar, recopilar toda la información disponible públicamente, de gobiernos, empresas privadas, asociaciones e incluso particulares. Luego determinar qué información falta y cuál es la mejor manera de recopilarla. Finalmente, pensar en cuáles son las mejores herramientas para analizarlos en el futuro.
Según algunos expertos, se podrían descubrir así nuevos fenómenos físicos que explicarían determinados fenómenos. La inteligencia estadounidense y el Pentágono también han investigado la cuestión, subrayando que afecta tanto a la seguridad nacional como a la del tráfico aéreo.