EN EL MES DE LA PATRIA NACIENTE, RECORDANDO AL HOMBRE QUE PENSÓ A DOLORES…

En recuerdo y agradecimiento, para el hombre que se animó a internarse en el Salado al sur, con el fin y mandato, de llevar a cabo una tarea de avance y civilización en ésta región, en una incipiente colonización de tierras de otros arriesgados, primeros pobladores de estancias, ante el peligro de no ser recibidos con el agrado de los pobladores nómades en el lugar.

Éste valeroso hombre de campo, que viera la luz en Punta Lara, al nacer en la estancia de su padre, Don Bernardo Lara, Teniente de Milicias del Partido, llamado de La Magdalena, lugar que es muy arraigado en mis sentimientos, dado que pertenezco a las mismas familias, descendiente de la genealogía Lara y Rodríguez y Llanos, y por supuesto de los Suárez, como mi padre, nacido allí, y venidos por centuria del 1600 sus ancestros de la Madre Patria.

Don Ramón Lara Rodríguez, durante el transcurso de su vida, se casa primeramente con Doña Olegaria Martínez, enviudando, luego vuelve a casarse con Doña María del Tránsito Navarro oriunda de la Magdalena, un 25 de Abril de 1832 en Dolores, ella era hija de Don Pedro Pablo Navarro y de Doña Bernabela Antonia Gómez, los testigos del casamiento, que estuvieron desde la fundación fueron Doña Paulina Chicote Martínez Suárez y el Alférez Don Antonio González, un firmante del Acta del Curato en los Montes del Tordillo en Monsalvo, dueño de la manzana norte de la Plaza Castelli en reparto de tierras de 1831, y un gran campo por Santo Domingo, Maipú, y la madre de Paulina, su esposa, cuarta manzana en donde fueron los altos de Crotto, luego de la familia de Vilgré Lamadrid.

La madre de éste Prócer Dolorense, Doña Petrona Rodríguez, lo bautiza en la capilla de la Ensenada de Barragán, cuyos padrinos fueron Don Pascual López Osornio y Doña María Ignacia Llanos,

pasados los años, ya mozo de 39, se sumó a los revolucionarios de Mayo, que querían la emancipación en 1810, y a los pocos años, por 1814 con su grado de Capitán de Milicias destacado por el pago de Chascomús, es encargado por el Comandante de Fronteras a pasar el Río Salado al Sur en defensa de los arriesgados pobladores de la zona, para protegerlos contra el ataque de tribus no conformes con el avance poblador, y asegurar el arraigo poblacional para el progreso de la nación que se gestaba por esa fecha en busca de la verdadera independencia de España.

Con esos avances y arraigo, se funda el Curato de Nuestra Señora de los Dolores por los Montes del Tordillo, puesto a cargo del Padre Don Francisco de Paula Robles, cuando era Director Supremo Don Martín de Pueyrredón, a poco tiempo de la Declaración de la Independencia tan esperada, y luego la Fundación del Pueblo de Dolores, muy cerca de otra creación de Lara, el Presidio de las Bruscas a orillas de la laguna del mismo nombre, bautizado como Santa Elena, años antes, la Guardia de Kakel, cerca hoy, de la ciudad de Maipú.

Recordemos dados los registros que hacen a la historia, éste valiente hombre, por enero de 1817, ya fijo en su puesto, al año siguiente sus fuerzas destacadas en la zona van en busca de las fuerzas del cacique Negro con éxito con sus Blandengues, y en donde Lara es herido con un lanzazo enemigo.

Don Ramón Lara en mando de tropas, es la primera autoridad judicial al Sur del Salado dependiendo del juez de Chascomús, en su acción se alejan las tolderías, y recordemos que por 1816, si mal no recuerdo, es distinguido y reconocido como Capitán de Milicias, a la de Comandante de Blandengues de Fronteras.

Su actuación fue muy destacada siempre, y muy emprendedor ante las adversidades de su tiempo, como en 1821, alrededor de 1500 nativos le atacaron la guardia de Kakel en donde tenía apostados unos cien hombres, ya destruida se dirigen a Dolores directamente, destruyéndolo, tomando personas, parte de su familia, y ganado.

Como digo, con su tenacidad y la de sus colaboradores, parientes y amigos verdaderos, ya por 1827, Lara con el sacerdote Don Juan Ramón González Lara, que venía de Magdalena, el 18 de marzo de

1832, éste sacerdote, había bautizado al hijo de mi tatarabuelo, Marcelo, cuyos padrinos fueron Don Juan Luciano Miguens y Florentina Quintana Suárez. Además, secundado ellos por el Teniente Don Juan Sosa, dando nuevo impulso a la obra de re-edificación con ayuda de vecinos de Chascomús y de su pueblo, Magdalena. A los cuatro años más o menos re-funda a Dolores con unas 600 familias, según he leído, y entiendo que es el año 1831, cuando reparte los solares; anteriormente se había creado el Partido de Dolores en el año 1827. Me viene a la memoria, que en el año siguiente, en 1828 el sobrino de mi tatarabuelo Lorenzo Suarez de la Vega, José Gabriel Peredo Suárez, que fallece en 1836, casado con María Pascuala Melo, que falleció en Dolores en 1851, hijo de la hermana Valeriana, ya acompañaba poblando tierras desde la altura de las Bruscas hacia Dos Talas, rumbo a Castelli, se puede visualizar en plano de la época.

Los Lara, vienen de una familia de vieja data en España, perteneciente a la nobleza española, estando desde la primera hora en México y toda la América del Sur.

Don Ramón Lara, como dije, viene también de una familia en la zona de fundadores de pueblos, Chascomús, Dolores y Tandil, como ejemplos. En un principio estuvo al frente del fuerte de Kakel Huincul con una importante fuerza militar, lo mismo que en las Bruscas cercano a Dos Talas.

Él tenía una vieja amistad con Don Julián Martínez de Carmona que venía desde la Ensenada, viejo pago de la Magdalena, donde tenían tierras, aquí también poblaba tierras y fue el donante de los terrenos donde se ubica nuestra ciudad edificada por Lara en 1818, y es muy posible que estuvieron juntos durante las invasiones inglesas que se hizo por esa zona.

Recuerdo de mis lecturas, que Don Ramón, bastante molesto por los muchos ataques de los nativos, promete volver a restaurar los daños de su antigua estancia a fin de llevar adelante la cría de ganados y con la ayuda de Dios y de la Virgen Santa, con la colaboración de más de veinte fieles compañeros, siguió dando batalla en su empresa luego de curadas sus heridas; comprendo su entereza, valorando sus ganas de no rendirse ante las dificultades muy duras a su cometido, refundando

el pueblo, y teniendo sus merecidas tierras que el gobierno diera en recompensa.

Don Ramón Lara con su valentía y templanza pudo hacer su obra poniendo tenacidad y heroísmo, y llevar adelante con aciertos y tal vez errores, como todo hombre que hace; si no hace nada, no tendrá errores y aciertos en la empresa asumida; como dice el refrán: si no se arriesga, no se gana. Don Ramón Lara es el Héroe Dolorense y por lo tanto merece tener una buena estatua en la plaza Castelli, aún sin olvidar la que tiene en la plazoleta de la calle Olavarría; recuerdo siendo asistente a esa inauguración. Es la ciudad que funda junto a otros familiares y amigos y que elige para vivir hasta que la muerte lo sorprende, cuentan, cuando se preparaba para ver una corrida de toros en la plaza del pueblo, que no lo debe olvidar, como prenda de un eterno agradecimiento.

Noé Zenón Suárez Casielles-2023.

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