“No podíamos romper la cábala”, dijeron los primeros que empezaron a colgar las banderas en los sectores permitidos por la celosa seguridad.
Un numeroso grupo de hinchas del seleccionado argentino y otros tantos curiosos animaron este sábado el último banderazo en la previa de la final del Mundial de Qatar 2022 contra Francia.
“No podíamos romper la cábala”, dijeron los primeros hinchas que empezaron a colgar las banderas en los sectores permitidos por la celosa seguridad.
Como en la antesala de los seis partidos que ya disputó la “Scaloneta” en la Copa del Mundo, los hinchas se reunieron en “Le Pouce”, la escultura con la forma de un pulgar gigante dorado ubicado en Souq Waqif.
El banderazo, con récord de participantes, obligó a reforzar la seguridad para evitar un posible desborde de la situación en las inmediaciones de Souq Waqif porque se observó una mayor cantidad de hinchas que superan lo registrado desde el comienzo de la Copa del Mundo.
En circunstancias anteriores, había crecido el número de agentes afectados al operativo porque algunas personas se habían subido a los asientos de los restaurantes del lugar y debieron vallar la zona.
Para romper el hielo se entonó la reconocida canción de “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar” que se convirtió en el preferido de la hinchada durante el primer Mundial en Medio Oriente.
Cerca de las 19 horas, el banderazo tuvo su momento más álgido con la llegada del “Tula” y su bombo que animó todavía más a los enfervorizados hinchas argentinos.
El más solicitado para las fotos fue un fanático que llevó una gigantografía de Lionel Messi.
Asimismo, muchos fanáticos expresaron su preocupación por la falta de entradas y el excesivo precio de la reventa que arranca desde dos mil hasta cinco mil dólares.
Incluso muchos hinchas recién llegados que viajaron especialmente para la final tampoco tenían tickets.
Durante la tarde, algunos hinchas “con suerte” lograron comprar a través del portal oficial de la FIFA pero reclamaron que “nunca” aparecieron las diez mil prometidas.
Después de casi dos horas de aliento continuo y ante el pedido de la seguridad, los hinchas fueron dispersando la zona.