Con el acompañamiento de aliados, el oficialismo en el Senado puso a votación los nombramientos de María Inés Pilatti Vergara y Mariano Recalde por la mayoría; Eduardo Vischi por la primera minoría; y el mencionado Doñate por la segunda minoría. Ausencia de JxC, que no bajó al recinto.
Sin la presencia de Juntos por el Cambio, el Frente de Todos en el Senado logró refrendar en el recinto el decreto por el cual se nombran a los cuatro representantes ante el Consejo de la Magistratura, entre ellos a Martín Doñate (UC-FdT) por la segunda minoría, en lugar de Luis Juez (Pro). La votación resultó por unanimidad con 37 votos a favor.
Días atrás, a poco de que culminen los mandatos en el órgano encargado -entre otras funciones- de la selección y remoción de jueces-, la Corte Suprema de Justicia falló a favor del reclamo de Juez y en contra de la designación de Doñate en mayo pasado, cuando se envió al rionegrino luego de la jugada que el oficialismo realizó al partir el bloque en dos y arrebatarle así la condición de segunda minoría al Pro.
Tal cual anticiparon los senadores de FdT en conferencia de prensa la semana pasada, cuando cuestionaron con dureza al máximo tribunal por un “avasallamiento” al Poder Legislativo, al fallar sobre cómo se arman o desarman los bloques, el kirchnerismo nombró a Doñate nuevamente. Además, argumentaron que para el nuevo período se eligieron los representantes de acuerdo al mapa de bloques que actualmente existe en la Cámara. Es decir, consideraron que el cuestionamiento sobre la partición de la bancada queda atrás.
Así, con el apoyo de los aliados Alberto Weretilneck (JSRN), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega (Hay Futuro Argentina), se ratificó el decreto 86/22, que lleva la firma de la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, ya que la vicepresidenta Cristina Kirchner se encuentra a cargo del Ejecutivo, por eso tampoco presidió la sesión.
Este accionar fue duramente criticado por la oposición, no solamente porque se designa a Doñate y no a Juez, sino porque esas resoluciones de la Cámara alta nunca pasaron por el recinto para ser avaladas por el pleno. Habitualmente, cada cámara informa directamente al Consejo de la Magistratura y a la Corte Suprema de Justicia sobre quiénes son los nominados. Pero esta vez el oficialismo buscó blindar la decisión ante la posibilidad de un nuevo fallo adverso.
A través del decreto se nombran a la chaqueña María Inés Pilatti Vergara y el porteño Mariano Recalde -actualmente consejeros- por la mayoría, en representación del bloque Frente Nacional y Popular; al correntino Eduardo Vischi, por la UCR, como primera minoría; y al mencionado Doñate, por Unidad Ciudadana como la segunda minoría. Esta composición responde a la ley derogada de 1997 que fue repuesta por la Corte en abril pasado.
En tanto, los miembros suplentes serán Claudia Ledesma Abdala de Zamora, Pablo Bensusán (FNyP-FdT); Silvia Giacoppo (UCR); y Anabel Fernández Sagasti (UC-FdT).
Abrió la lista de oradores el puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien aseguró que la Corte falló “cambiando la jurisprudencia existente, entrometiéndose en la vida de otro poder del Estado y violando de esta manera el texto y el espíritu de la Constitución Nacional”. “Están violando la división de poderes que dicen defender, la vida republicana”, subrayó.
“En el fallo de la Corte lo que está en discusión es si es correcto que los bloques de senadores propongan a los representantes tal cual lo establece la ley”, señaló y afirmó que esa facultad está prevista en “ el artículo 66 de la Constitución Nacional”.
En esa línea, el oficialista dijo que “el reglamento del Senado tiene amparo constitucional” por lo cual “no se puede objetar”. “El reglamento del Senado establece cómo se conforman los bloques le guste o no le guste a los miembros de la Corte”, agregó.
Rodríguez Saá remarcó que los poderes Ejecutivo y Judicial “pueden opinar pero no pueden invalidar las decisiones que tome el Poder Legislativo”. Además, consideró que el fallo de la Corte está “orientado a beneficiar un sector político en detrimento de otro, tratando de generar casi un poder paralelo”. “No es atribución de la Constitución hacer lo que ellos hacen, sumó.
A su turno, el tucumano Pablo Yedlin recordó que el Consejo de la Magistratura “venía trabajando hace 16 años con una ley sin ningún inconveniente” hasta que “en diciembre de 2021 de pronto la Corte declara que esa ley de 16 años era inconstitucional y que, por lo tanto, debíamos hacer una nueva ley”, y en el “mientras tanto” repusieron una ley derogada.
El oficialista defendió que la Cámara alta acató ese fallo porque aprobó un proyecto en abril pasado -que en Diputados sigue sin tratarse-. “No fuimos nosotros los que decidimos volver a esa ley derogada, fue la Corte”, aclaró y apuntó que esa norma es la que “habla de dos senadores por el bloque de la mayoría”. “No puede decirnos (la Corte) cuántos o cómo tienen que ser los bloques”, aseveró.
En la misma postura que el Frente de Todos, el rionegrino Alberto Weretilneck sostuvo que “está absolutamente claro que el fallo de la Corte Suprema que plantea de qué manera se tienen que designar los representantes de este cuerpo es violatorio de nuestra autonomía” y “viola nuestra autodeterminación”.
El senador aliado del oficialismo insistió con que la decisión del máximo tribunal “limita nuestra posibilidad y libertad de organizarnos políticamente”. “Es sumamente grave este fallo”, expresó y señaló que las mayorías y minorías de la cámara “por más que le pese a la Corte no son una cuestión estática, es dinámica”.
Crítica contra la figura de Horacio Rosatti, la jefa de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, opinó que este fallo se trata de “un capítulo más del presidente de la Corte, que es el mismo que preside el Consejo de la Magistratura y no es casual”. Lo fustigó por autovotarse y haber aceptado -junto a Carlos Rosenkrantz– “ser nombrado por decreto allá en el gobierno de Mauricio Macri violando la Constitución Nacional”.
“Este es un fallo político que merece respuesta política”, manifestó la kirchnerista, que confesó sentirse “ofendida” por “haber sido avasallada en mis atribuciones como senadora” y consideró que “el cuerpo en su conjunto debería reaccionar frente a un avasallamiento como el del Poder Judicial por sobre las atribuciones que tiene el Poder Legislativo”.
En su discurso, Di Tullio graficó haber sentido que con esta decisión “la Corte Suprema se metía por la ventana del Palacio y se nos llevaba todas las atribuciones”. Del fallo dijo que “tiene cosas que son tiradas de los pelos” y se da porque “necesita Rosatti un Consejo a su medida”.
Tras recordar que la designación de Doñate fue avalada en primera y segunda instancia judicial ante el amparo presentado por Juez, la presidenta de la bancada K recordó que el procurador interino, Eduardo Casal, “le pidió a la Corte que rápidamente se expida”. La Corte que “cajonea miles y miles de expedientes” pero “sin embargo decidió rápidamente resolver este tema que solamente es interés de Rosatti”, cargó.
En el fallo además se “descalifica a la presidenta de este cuerpo, que es parte del Poder Ejecutivo, se le atribuye malicia, mala fe, trampa. ¡La presidenta! Que no pincha ni corta en este cuerpo. No tiene ninguna atribución de decirnos a los senadores y senadoras cómo nos podemos unir, juntar”, exclamó en el recinto mientras en paralelo Juntos por el Cambio realizaba una conferencia de prensa en el Salón de las Provincias.
Por su parte, la senadora oficialista Lucía Corpacci arremetió contra la ausencia de la oposición: “Es una pena que no esté la oposición sentada en este momento, que habría que advertirles que su lugar de trabajo es este. Es este recinto donde los senadores exponemos nuestro pensamiento, defendemos lo que pensamos y lo que sentimos, y no ante las cámaras de televisión. Es acá donde tienen que estar. Se hizo ya una costumbre que debatan en la televisión y no en el recinto”.
“Es una verdadera pena, como también es lamentable que parece que no vieron la Constitución que dejaron sobre las bancas. Porque si la hubieran leído, tendrían en claro el artículo 66 que nos da a nosotros la potestad de constituirnos en los distintos bloques”, continuó la catamarqueña.
Además, contra los dichos de Juez relacionados a la democracia, la legisladora opinó que “es vergonzoso que alguien que pretenden que ocupe el Consejo de la Magistratura diga tamaña barbaridad, como que la democracia no le mejoró la vida a nadie. A mí no me da lo mismo que sea el senador Doñate, o cualquier otra, a que sea el senador Juez, porque ese senador no merece ese lugar”.
Última oradora, la vicepresidenta del interbloque Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, defendió la decisión de que el decreto sea refrendado en el recinto porque “estamos claramente ante un conflicto de poderes. Claramente una extralimitación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de las facultades constitucionales entrometiéndose en otro poder del Estado, el Congreso de la Nación, y diciéndonos a los senadores, que hemos sido votados y somos representantes de nuestras provincias, cómo debemos agruparnos. Una cuestión constitucional, ya que el artículo 66 de la Constitución Nacional da rango constitucional al reglamento de las Cámaras, y el artículo 55 del reglamento de la Cámara, dice que los senadores podemos agruparnos con la libertad que consideremos”.
“Es una verdadera lástima que señores de la democracia, que han sido votados para representar a sus provincias, no estén defendiendo las instituciones, y están defendiendo a poderes corporativos”, cuestionó a Juntos por el Cambio y siguió: “Porque acá yo no creo que esté en juego una banca del Consejo de la Magistratura. Acá lo que está en juego cómo se defiende una corporación, que defiende a otra corporación, que es el poder real en la Argentina”.
La mendocina aseveró que “la agenda que tiene este Senado es defender a la República, defender la representatividad que tenemos de acuerdo a los votos de cada una de nuestras provincias. Y se pueden enojar, y no venir”. “Como sabían que iban a perder en la votación prefieren ir a la Justicia, donde saben, que, en el sistema a la carta, van a tener más suerte que acá”, lanzó.
“Yo creo que, te puede gustar o no, podes estar enojado, pero los números son los números. Y la verdad es que el Frente Nacional y Popular tiene 21 miembros, la Unión Cívica Radical tiene 18 miembros, el bloque de Unidad Ciudadana tiene 14 y el del Pro tiene 9. Podes enojarte con esa realidad, pero un 14 es un 14 y un 9 es un 9. Y según la ley que la propia Corte estableció (la de 1997), dice que la segunda minoría es la que sigue en los números. Esto no es subjetivo, no es jurídico, es matemático”, explicó.
Finalmente, la camporista avaló que “lo que estamos votando acá, resolviendo que vamos a refrendar la resolución de la Presidencia, tiene que ver con algo matemático. Además de defender la República, la democracia y el sistema federal. Los números dicen que la segunda minoría es la de Unidad Ciudadana, y el bloque ha establecido que quien nos va a representar es el senador Doñate. Y estamos muy contentos de poder hacer que este Senado se defienda del atropello de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.