“Doy gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor”
Al doctor Fernando Navillat por su excelencia humana y traumatológica (que sus manos, corazón y vida estén siempre bendecidas) porque le permitió a Anita recuperar su rodilla quebrada en una caída. En la operación intervinieron el doctor Agustín Montenegro, el Doctor Sebastián Ruvira y el equipo de traumatología del Sanatorio Dolores que con el protocolo correspondiente permitió que estuviera acompañada y atendida con cuidado familiar.
A las enfermeras y personal que diariamente le solucionaban los dolores y necesidades con paciencia probada. Patricia Pierini, Adriana Tami, Yesica, Marcela, Vanesa, Bárbara, Cristina y Rubén.
Al Servicio SINAPSIS por el cuidadoso traslado al domicilio.
Por último a los hermanos en Cristo de Dolores y Mar del Plata por sus oraciones y buenas energías para una Anita a la que el dolor y el amor nunca abandonaron.
En su recuperación primero la mamá Paola y segundo la madrina Mónica, abuela, tías, hermanos, el padre y amigos con cariño creciente y misericordioso aprendiendo de Jesús.
Gracias Franco por tu amor adolescente y generoso demostrado siempre.
En su nombre
Flia. Castañares