Los precios del petróleo crudo mantienen su recuperación en los principales mercados internacionales, y en el caso del Brent se acercó hoy a los US$ 42, lo que reduce su brecha con el denominado “barril criollo” y la correspondiente erogación que demandará del Estado nacional el nuevo precio sostén.
En el mercado de Londres, el barril de crudo Brent -de referencia para Europa y el mercado local- cerró hoy a US$ 41,89 para entrega en agosto, con un incremento de US$ 1,90 equivalente a 4,75%.
En tanto, en la Bolsa de Nueva York, el WTI finalizó la jornada en US$ 39,55 para entrega en julio, tras sumar US$ 2,14 dólares respecto de la sesión anterior, con un alza de 5,7% espoleado por los avances de la OPEP+ y los datos de empleo.
De esta forma, tras iniciar el año a unos US$ 65 el barril y caer por debajo de los US$ 20 hace pocas semanas, el precio del crudo Brent se acerca al valor del petróleo crudo a nivel local de US$ 45.
El nuevo precio sostén establecido a mediados de mayo por el Gobierno nacional hasta fin de año, busca reactivar la industria hidrocarburífera nacional, garantizar la continuidad de los puestos de trabajo y promover el autoabastecimiento.
La decisión de que las entregas de petróleo crudo que se efectúen en el mercado local deberán ser facturadas por las empresas productoras y pagadas por las refinadoras y comercializadores a un precio de US$ 45 por barril se adoptó por la caída abrupta del valor internacional del crudo generada por la pandemia de coronavirus.
El decreto que dispuso la medida aclaró que en caso de que la cotización del barril de crudo tipo Brent supere los US$ 45 por barril durante diez días consecutivos, quedará sin efecto el “valor criollo” y se acoplará al precio internacional.
En la jornada de hoy, el precio del crudo subió por los avances en las negociaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+) para la extensión de los ajustes de producción vigentes y los positivos datos de empleo que registró Estados Unidos el último mes.
En los últimos días, las posturas entre Rusia y Arabia Saudita, que en marzo protagonizaron una guerra de precios sin precedentes tras romper negociaciones en una reunión similar a la que está pendiente, se han acercado, situación que impulsa los valores del crudo.
Ambas potencias cuestionan los niveles de ajuste de otras naciones productoras, a las que piden que compensen el incumplimiento de los últimos meses con más recortes para poder equilibrar finalmente el mercado.
Hay datos que inspiran confianza entre los inversores, que esperan el comienzo de una recuperación económica en forma de “V” y, por tanto, un repunte en una demanda que no termina de despegar y que debería ayudar a equilibrar el exceso de oferta que impera en los mercados desde que se desató la pandemia.