INTA Verdeos de invierno 2020

¿Estamos a tiempo para la implantación de verdeos o pasturas en este otoño? Si.

Si iniciamos el barbecho, (tiempo desde la primera intervención en el lote, química o mecánica, hasta la siembra), en enero o antes, las condiciones son óptimas.

Si vamos a iniciarlo ahora, la situación no es la perfecta, pero aún estamos a tiempo, quizá con un conveniente retraso de 15 o 20 días en la siembra de avenas, raigrases o pasturas.

Las avenas sembradas muy temprano, (primeros días de febrero), si no las trabajamos con el manejo tipo Alasia, (ya mencionado en los medios), tienden a encañar en otoño, y, toda planta que encaña, no rebrota más, de modo que se pierde la tan esperada producción invierno – primaveral de este verdeo. Da ahí que la época recomendada de siembra es fines de febrero – principios de marzo.

No es el caso del raigrás anual, que aunque se siembre muy temprano, nunca va a encañar en otoño y nos aleja de ese riesgo mencionado en avena.

A la hora de optar por uno de estos dos verdeos de invierno, nos permitimos hacer algunos comentarios sobre estas dos especies.

Avena: es un cultivo invernal de excelente producción en términos de cantidad y calidad de forraje. Es más rápido que raigrás desde el momento de siembra hasta el primer aprovechamiento, (50 a 60 días). Con el trabajo de Fitomejoradores de semilleros públicos y privados, se han conseguido variedades con resistencia a roya y otras enfermedades fúngicas. También se han logrado materiales con muy buena producción bajo fríos intensos, con mayor velocidad de implantación que los anteriores, y mayor producción total de forraje.

Tiende a entregarse en cuanto a la producción de forraje, (de hojas), antes que raigrás, en primavera temprana, pero pasando a su período reproductivo que nos ofrece su vara semillada, muy apta para la confección de rollos o fardos, o para la terminación de animales.

Raigrás: también otorga una excelente producción de forraje, algo mayor que avena a lo largo del año.

No tiene la velocidad de implantación que avena pero, por mejoramiento genético se han conseguido nuevas variedades con mucha aceleración en ese aspecto.

Hay un abanico varietal de raigrases que nos brindan materiales con distintas características para optar por alguno de ellos según el objetivo de producción:

Raigrases diploides: son de semilla más chica, (siembra con 20 kg./Ha), toleran suelos con menor fertilidad y potencial que los tetraploides, hojas más finas, gran producción de semilla que los hace muy aptos para promoción. Hay diploides netamente anuales e itálicos que se comportan como bianuales con 60 % de producción en el segundo año con respecto al primero.

Raigrases tetraploides : son de semilla más grande, (siembra con 25 a 30 kg./Ha ), necesitan mejores suelos, poseen hojas más anchas con un mayor peso de bocado. Al igual que los diploides, también hay tetraploides estrictamente anuales e itálicos bianuales.

En función de los objetivos y características de suelo, debemos elegir entre avena o raigrases,(diploides o tetraploides), o sembrar ambos en distintos lotes, o sembrarlos juntos en un mismo potrero con media densidad de siembra que si fueran solos, (50 kg/Ha de avena + 10 a 15 kg/Ha de raigrás), lo que nos brindaría las virtudes de cada especie antes mencionadas.

Ingeniero Agrónomo Ignacio Rípodas

INTA Dolores

EEA Cuenca del Salado

Compartir este artículo