En su declaración ante el TOF2 por el juicio de obra pública, la vicepresidenta electa volvió a denunciar “lafware”, habló de persecución contra sus hijos y cuestionó la “multiplicidad de procesamientos”. Estuvo cuatro horas dentro de Comodoro Py.
Con una defensa enfática, Cristina Fernández de Kirchner declaró este lunes en el juicio por presunto direccionamiento de la obra pública. En su exposición, la vicepresidenta electa apuntó contra la Justicia y el Gobierno nacional. Irónica, dijo: “No sé cómo tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba haciendo asociaciones ilícitas”.
Comenzó su declaración denunciando “la existencia del lafware” y consideró que el rechazo del Tribunal Oral Federal N°2 para transmitir en vivo la audiencia es “una clase práctica del lafware en Argentina llevado a cabo por este tribunal”, en una causa que “tuvo una difusión mediática en vivo y en directo inédita”.
“Y ni que hablar cuando comenzó el juicio: se transmitió en vivo y en directo toda la acusación. Nunca en mi vida escuché un guión en lugar de una acusación fiscal”, expresó la senadora, que llegó a Comodoro Py pasadas las 9.30 y empezó a declarar después de las 10, luego que los jueces ratificaran que no aceptaban su pedido de televisación, reiterado más temprano por su abogado Carlos Beraldi.
La expresidenta recordó que el juicio -que empezó el 20 de mayo- “era tema en 20 millones de programas de televisión” y “hubo cinco audiencias completas que fueron transmitidas en vivo y en directo, y en los pasajes más escabrosos del guión fiscal apuntaban a mi cara”.
“Eso es el lafware: que los medios de comunicación publiciten cosas que no figuran en el expediente o que no son delitos para conformar a la opinión pública y con eso los jueces no tengan otra alternativa que condenar. Eso es para presionar a los jueces probos. Es para construir mediáticamente lo que no pueden comprobar jurídicamente”, subrayó.
Directamente mirando a los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, la vicepresidenta electa enfatizó: “¿No les parece que tiene impacto que la vicepresidenta de la Argentina esté acusada de asociación ilícita, de ser la jefa de una banda? ¿En serio les parece que no?, ¿en serio me lo dicen?, ¿en serio?”.
CFK habló de la causa como “un plan ordenado por el gobierno saliente”, que “utilizó la Oficina Anticorrupción y la UIF para impulsar las causas judiciales”. Criticó el rol de Laura Alonso al frente de la OA, al remarcar que “se modificó el decreto para que pueda asumir” como titular de ese organismo, y señaló que el titular de la UIF es “Mariano Federici, un exfuncionario del FMI”.
“El gobierno que se va tenía una mesa judicial que decidía quién iba preso, quién no, a qué empresario había que apretar para que no vaya preso, para que venda sus empresas”, lanzó e insistió: “El plan fue ideado para una feroz e inédita persecución para quien fuera dos veces presidenta de la República”.
También le apuntó a la Justicia por la “multiplicidad de procesamientos” en su contra, e ironizó: “Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas. La verdad que no sé cómo tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba haciendo asociaciones ilícitas”.
En un fuerte discurso, Cristina se quejó de que “siempre” le tocan causas en su contra que están a cargo de los jueces Claudio Bonadio o Julián Ercolini, quienes afirmó son “arbitrarios”. Además, recordó que estuvo dos años sin fueros, pero “bastó que sea electa senadora (en 2017) para que pocos días antes dicten mi prisión preventiva, cuando ya contaba con fueros. Entonces dijeron ‘Cristina no va presa porque se ampara en los fueros’”.
En otro pasaje, la exmandataria cuestionó la filtración de conversaciones telefónicas suyas y aseguró que hay “persecución” contra sus hijos, el diputado nacional Máximo Kirchner y Florencia Kirchner, que permanece en Cuba desde marzo pasado bajo un tratamiento médico.
“Se la pasaron buscando la ruta del dinero K en las Islas Caimán. El dinero de la sucesión, el de los plazos fijos que habíamos convertido en dólares no estaban en un paraíso fiscal, estaban a nombre de mi hija, una de las herederas, en un Banco Galicia, que es un banco nacional”, sostuvo. Resaltó entonces que “el dinero no había salido de esas cajas por años” y ese dinero “estaba en cada una de las declaraciones juradas mías y de Néstor”.
Al apuntar contra el juez Ercolini, la vicepresidenta electa acusó: “Ercolini es el mismo que provocó que mi hija se enfermara. Cambió el gobierno y cambió Ercolini, por eso lo llamo ‘el mutante’. Me sobreseyó a mí y a Néstor Kirchner. Fue en 2011 y Néstor se había muerto en 2010. Es la primera vez que sobreseen a un muerto”.
La senadora, acusada de favorecer a Lázaro Báez a través de 51 contratos millonarios durante sus gobiernos, se preguntó que “Lázaro Báez, que siempre vivió en Santa Cruz, ¿por qué Néstor no lo hizo empresario los 16 años que fue gobernador? Ni pintar el nombre en las paredes sabían en Buenos Aires y ustedes dicen que tenía desde Santa Cruz un plan maestro para saquear la obra pública. Pero por favor, digan cosas lógicas. Por Dios, para mentir hay que saber mentir”.
“El hecho de que una persona sea amigo y tenga empresas no es delito. Si no, como lo llamarían al amigo del alma del presidente (en referencia a Nicolás Caputo) que se quedó con las empresas energéticas que saquearon los bolsillos de los argentinos”, retrucó.
Y, en ese sentido, dijo: “Todos los presidentes lo hicieron. El doctor Menem se trajo a todos los funcionarios de La Rioja, inclusive puso a uno en la Corte Suprema. El único presidente que no puso amigos en la Corte es acusado por el Poder Judicial de la Nación de ser miembro de una banda de asociación ilícita”.
Pasadas las 13.30, Cristina Kirchner salió de los tribunales de Comodoro Py devuelta a su departamento ubicado en Recoleta. Durante su exposición, dos canales de televisión transmitieron un fragmento de la declaración, pero una vez que lo advirtieron desde el tribunal silenciaron la audiencia.
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