Una jornada oficial en recuerdo de la recuperación de la misma que consiguió el país el 30 de octubre de 1983.
Aquel 30 de octubre, Alfonsín se convirtió en el primer candidato radical que pudo vencer al peronismo, y lo hizo por un amplio margen: obtuvo el 52 % de los votos contra el 40 % del Partido Justicialista.
Ese día volvieron a ser las urnas, como medio canalizador de la voluntad popular, las encargadas de elegir a nuestros gobernantes.
Habían pasado siete años desde el último golpe de estado, el que derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Y fue en un contexto muy conflictivo, luego de los problemas provocados por los grupos terroristas que sembraron el caos en la sociedad argentina, a horas de estallar un conflicto armado con Chile y finalmente después de sufrir una derrota en la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas, cuando el gobierno militar convocó a elecciones generales en 1983.
El General Reynaldo Bignone, último Presidente militar, fue el encargado de colocarle la banda presidencial al candidato de la Unión Cívica Radical: el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.
Al finalizar el acto de traspaso, Alfonsín se asomó al balcón para saludar a la multitud que desbordaba la Plaza de Mayo: “El pueblo, unido, jamás será vencido”, dijo en su discurso, y la gente coreó ese estribillo.
Alfonsín permitió que la democracia se consolide en la Argentina.