La directora del diario El Tribuno de nuestra ciudad, María Dolores Estanga de Conti, falleció a los 92 años el pasado 24 de octubre y la noticia causó profundo dolor en la comunidad.
A continuación transcribimos el artículo publicado en el diario El Tribuno.
En la víspera, tras décadas al frente de “El TRIBUNO”, dejó de existir a la edad de 92 años, la Directora de nuestro querido Diario, María Dolores Estanga de Conti, cuya desaparición ha causado hondo pesar en la comunidad.
A pesar de las difíciles vicisitudes transcurridas durante el lapso mencionado, supo transitar con mucha energía y carácter los avatares que fueron surgiendo, principalmente en la actualidad, donde la permanencia de los diarios del interior se ha tornado casi imposible.
Fue una mujer laboriosa, activa y con espíritu emprendedor. Había egresado de la Escuela Normal de Dolores con el titulo de maestra en el año 1944 y estuvo dedicada desde joven a la atención de su hogar formado con D. Mariano Conti (“Marianito”) y sus hijos Ricardo, Gustavo y Mónica. Fue una tesonera colaboradora de su esposo en la marcha de El Tribuno, fundado por su suegro don Mariano el 25 de mayo de 1926.
Al fallecer “Marianito” en 1971, siendo muy joven pasó a ocupar la dirección del diario, para lo cual estaba dotada de relevante energía, haciéndolo con la mayor responsabilidad. Ello fue factor preponderante en esa actividad que estaba reservada casi exclusivamente para los hombres. No se amedrentaba ante los avatares que le tocaba vivir y con firmeza supo llevar adelante esa empresa familiar.
En su función continuó en la misma línea de mantener a “El Tribuno” como un diario independiente y regional.
Como una forma de estar a tono con los adelantos de la tecnología, hizo reformar el edificio del diario dotándolo junto a su hijo Ricardo de modernas técnicas de impresión, con el aporte de nuevos medios de comunicación y con un nuevo formato.
Nuestra querida María Dolores estaba comprometida con la profesión del medio gráfico y siempre se interesó por todos los acontecimientos de esta ciudad, el país y el mundo, porque ningún tema estaba ajeno a su interés; además participó de la vida social de Dolores.
Conocedora de grandes ciudades del mundo a las que viajó, se interesó por la cultura de cada una de ellas, en las que puso énfasis para enriquecer sus conocimientos de la historia, la literatura y la idiosincrasia de los países que visitó.
Su espíritu altruista y solidario la llevó a integrar la Comisión Cooperadora del Hospital San Roque por espacio de varios años y además hizo lo mismo con la cooperadora de la Escuela Normal.
María Dolores nos dejó un legado de total honestidad y firmeza en sus actos, cualidades que mantuvo durante tantos años, al frente de este casi centenario diario. Su ejemplo, la lucha.