La Gobernadora habló ante unas 20.000 personas, acompañada por intendentes. Emuló la épica de 2015 y ensayó una leve autocrítica. La interna del oficialismo quedó expuesta
POR MARIANO SPEZZAPRIA
En un acto que mostró el mar de fondo que agita al oficialismo bonaerense, la gobernadora María Eugenia Vidal cerró esta noche la campaña de Juntos por el Cambio en la Provincia. “Este domingo no habrá segunda vuelta. Será por un voto. Necesitamos que vayan todos, como en el ’83”, imploró la mandataria en la cancha de Platense, en Vicente López, al lado de la General Paz.
“Yo no me rindo, sigo creyendo. Esto recién empieza, no termina acá”, advirtió Vidal parada en una pasarela desde donde dio el discurso ante unas 20.000 personas que, en su mayoría, fueron movilizadas a la vieja usanza de la política bonaerense, con colectivos incluidos. El acto fue, por ese motivo, bien distinto a todos los que encabezó hasta el momento la Gobernadora.
Según pudo constatar EL DIA en el lugar, durante todo su discurso –que se extendió por más de media hora-, Vidal apeló a la épica de la campaña que ganó en 2015, cuando –recordó- muy pocos creían que podría llegar a la Gobernación. “Los dirigentes y los analistas políticos decían que era una locura que yo fuera candidata”, afirmó, antes de hacer un balance de su gestión.
En ese aspecto, la mandataria destacó obras como la de la ruta 7, a la altura de Chacabuco; la renovación de las guardias de hospitales, como la de Berisso; las obras para evitar inundaciones que se hicieron en La Plata y la apertura de calles y derrumbe de bunkers narco en villas como Itatí, en Quilmes. “Nos decían que éramos valientes, hasta me llamaron leona”, aseguró.
“Pero en realidad, todos esos cambios salieron de ustedes”, dijo Vidal señalando al público asistente y mencionó casos de dirigentes detenidos como Balcedo, Pata Medina, Castillo (de la feria La Salada) y Caballo Suárez. “Gracias por no dejarme sola en esa pelea”, afirmó. “Si fuimos el gobierno de las obras y las peleas, cómo no vamos a ser el gobierno del trabajo”, exclamó.
En ese punto Vidal tuvo una autocrítica velada. En la Gobernación admiten que descuidaron la problemática del trabajo y de las pymes, uno de los puntos que tomó la oposición para la campaña de Axel Kicillof y Alberto Fernández. Por eso, Vidal prometió que si es reelegida, en marzo de 2020 lanzará un plan de empleo joven con el objetivo de crear 100.000 nuevos puestos de trabajo.
Detrás de Vidal, en el escenario montado sobre uno de los arcos de la cancha del Calamar, se sentaron los intendentes del oficialismo, algunos candidatos a serlo y también postulantes a diputados como Cristian Ritondo y María Luján Rey. Entre los jefes comunales estuvieron Julio Garro (La Plata), Néstor Grindetti (Lanús), Nicolás Ducoté (Pilar) y Gustavo Posse (San Isidro).
Entre los intendentes tuvo preponderancia en el acto el local Jorge Macri, quien movilizó a la mayor cantidad de militantes y fue el primer orador. “Algunos de nosotros vamos a ganar, otros a perder, pero todos vamos a continuar”, sostuvo el primo del presidente Mauricio Macri antes de que tomaran la palabra, también, el ministro Ritondo y el vicegobernador Daniel Salvador.
En la cancha de Platense no pasó inadvertido cierto malestar con los intendentes que hicieron campaña por el corte de boleta entre las PASO y las elecciones del próximo domingo, privilegiando su continuidad antes que la de Macri y Vidal. También hubo pases de factura hacia la Gobernación e incluso alguna advertencia por la futura conducción del bloque de diputados bonaerense. (Eldia.com).
