11 de septiembre, Día del Maestro: 10 cosas que no sabías de Domingo Faustino Sarmiento

Cada 11 de septiembre, en la Argentina se celebra el Día del Maestro, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, conocido el “padre del aula”.

Un 11 de septiembre, pero de 1888, Sarmiento fallecía en Asunción, Paraguay, ciudad a la que se mudó por sus problemas de salud. Político, periodista, militar… los campos en los que se desempeñó Sarmiento fueron muchos y como funcionario público fue gobernador de San Juan, senador y presidente de la Nación, además de ministro del Interior y de Relaciones Exteriores.

En homenaje a un prócer fundamental para la historia argentina, repasamos 10 curiosidades sobre la vida y obra de Domingo Faustino Sarmiento:

No se llamaba Domingo
Así, Sarmiento no se llamaba Domingo. Su nombre, tal como figura en su partida de nacimiento, es Faustino Valentín Quiroga Sarmiento. Fue nombrado Valentín porque nación el día de ese santo, el 14 de febrero, si bien fue registrado al día siguiente. Sin embargo, como su madre era devota de Santo Domingo, en su familia siempre lo llamaron Domingo, nombre con el que quedó identificado para siempre.

Fue un alumno precoz y autodidacta
Sarmiento demostró su inclinación por la educación desde muy pequeño. A los 4 años aprendió a leer bajo la enseñanza de quienes eran entonces sus maestros: su padre, José Clemente, y su tío, José Eufrasio Quiroga Sarmiento.

Luego de pasar por una de las conocidas como “Escuelas de la Patria”, que fueron fundadas por los gobiernos de la Revolución. Fue el primer contacto de Sarmiento con un un sistema educativo formal y maestros profesionales, los hermanos Ignacio y José Rodríguez.

Al terminar sus estudios allí, quiso ingresar becado al Colegio de Ciencias Morales, en Buenos Aires, pero no lo consiguió. Entonces, Sarmiento decidió ser autodidacta y con la ayuda de un amigo ingeniero ingresó en el mundo de las matemáticas y su tío José de Oro Albarracín (hermano del religioso y defensor del republicanismo, Fray Justo Santa María de Oro) lo asistió con el Latín y Teología.

Su hermana fue una artista pionera
Procesa del Carmen Sarmiento de Lenoir, hermana menor de Sarmiento, fue una de las primeras pintoras del país. El propio Domingo le enseñó a leer y el pintor Amadeo Gras le enseñó dibujo y pintura durante su estadía en San Juan.

Procesa del Carmen Sarmiento de Lenoir, pionera de la pintura argentina.

Procesa del Carmen Sarmiento de Lenoir, pionera de la pintura argentina.

Como artista, su especialidad era el retrato, entre los que se destacaron los que hizo del presidente chileno Manuel Montt, el general argentino Juan Gregorio de Las Heras, el pintor francés Raymond Monvoisin y el de su hermano Domingo.

Estudio el sistema educativo de varios países

Entre los años 1845 y 1847 Sarmiento viajó a Europa, África y América por pedido del presidente chileno Montt, país donde vivía exiliado. Su misión era estudiar los distintos sistemas educativos vigentes en el mundo. Al regresar, Sarmiento escribió dos libros en donde plasmó sus experiencias.

nota sarmiento

Se trata de “Educación popular” y “Viajes por Europa, África y América”, en los que comenzó a delinear su visión de cómo tiene que ser la educación de una nación: pública, gratuita y laica.

Importó maestras de Estados Unidos
Esa visión de Sarmiento se vio claramente reflejada luego de 1968, año en que fue electo presidente de la Nación y tuvo el peso político suficiente para llevar adelante sus anhelos. Durante su viaje a Estados Unidos, Sarmiento quedó fascinado con lo que vio en materia educativa.

Mary Olstine Graham, educadora traída desde Estados Unidos en 1879 por Sarmiento, directora de la Escuela Normal Nacional Nº1 de La Plata. Crédito: Archivo General de la Nación.

Mary Olstine Graham, educadora traída desde Estados Unidos en 1879 por Sarmiento, directora de la Escuela Normal Nacional Nº1 de La Plata. Crédito: Archivo General de la Nación.

Por esa razón, entre 1869 y 1898 llegaron 65 docentes de ciudades como Baltimore y Nueva York. Tras una escala en Inglaterra (que demandaba dos meses de viaje en barco), desembarcaban en la Argentina con un contrato por tres años. Luego, iban a Paraná aprender el idioma y ambientarse a nuestro país, para luego partir a distintas escuelas.

Mandó a fundar 800 escuelas
Durante su mandato y la Ley de Subvenciones mediante, Sarmiento dispuso los fondos para crear unas 800 escuelas de primeras letras que elevó el total a 1.816 instituciones. La población escolar casi se cuadruplicó: pasó 30.000 alumnos a 110.000.

El maestro siempre tiene la razón
Antes de ser presidente, se desempeñó como jefe del Departamento de Escuelas y solía recibir a madres que se quejaban por las injusticias que los maestros cometían con sus hijos. Tal como narra su nieto, Augusto Belín Sarmiento, en su libro “Sarmiento anecdótico”, el prócer era tajante ante esas quejas, a las que contestaba: “El maestro tiene siempre razón… ¿Qué decía usted de su niño?”.

Inició la meteorología y la astronomía en la Argentina
Durante su viaje a Estados Unidos, Sarmiento convenció al astrónomo Benjamin Apthorp Gould, pionero en el uso de fotografías para el estudio astronómico, para que viaje a nuestro país para fundar un observatorio. Así nació el Observatorio Astronómico de Córdoba en 1871, que bajó la dirección de Gould, adquirió relevancia a nivel mundial por sus observaciones del cielo austral, del que no había demasiada información.

Vista del Observatorio Astronómico de Córdoba, fundado durante la presidencia de Sarmiento en 1871.

Vista del Observatorio Astronómico de Córdoba, fundado durante la presidencia de Sarmiento en 1871.

Además, ambos crearon en 1972 la Oficina Meteorológica Nacional (predecesora del actual Servicio Meteorológico Nacional) que también funcionó en Córdoba, al menos hasta el año 1884 cuando fue mudada a la ciudad de Buenos Aires.

Se rieron de él en el Senado
Entre 1875 y 1879, Sarmiento fue senador de la Nación por San Juan. Allí, mientras se debatía una partida presupuestaria para construir un ferrocarril, sos colegas legislativos se rieron de él. Según cuenta la anécdota, los senadores creían que 800.000 pesos fuertes era demasiado dinero y la garantía del 7% de ganancia un beneficio excesivamente generoso.

“No he de morirme sin ver empleados en ferrocarriles en este país. ¡No digo 800.000 sino 800 millones de pesos!”, dijo entonces Sarmiento ante lo cual los otros legisladores rieron. Sarmiento pidió que esas risas figuren en el acta. “Necesito que las generaciones venideras sepan que para ayudar al progreso de mi país, he debido adquirir inquebrantable confianza en su porvenir. Necesito que consten esas risas, para que se sepa con qué clase de necios he tenido que lidiar”, dijo.

Organizó el primer censo nacional
Además de la educación, otra de las prioridades de Sarmiento fue conocer a la población. Por eso, en su primer año como presidente organizó el primer censo nacional. ¿El resultado? Ese año el país tenía 1.836.490 habitantes, el 8% eran inmigrantes europeos, el 70% vivía en zonas rurales y el 71% era analfabeto.

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