La situación de Rubén Darío “El Pepo” Castiñeiras se complicó hoy luego de la declaración de Romina Candias, la corista de la banda que viajaba en la camioneta manejada por el cantante y en el que también iban el trompetista Ignacio Abosaleh y el mánager Nicolás Carabajal, quienes murieron al despistar en la ruta 63.
Diego Bensi, titular de la UFI Nº 2 de Dolores, se hizo cargo este lunes de la causa, en reemplazo de Verónica Raggio, de la UFI Nº 1, hoy con licencia. El mismo fiscal informó que el cantante se negó a prestar declaración, pero que sí se le había podido tomar testimonio a Candias.
“La acompañante sí manifestó que iban bebiendo bebidas alcohólicas, puntualmente vodka, pero no sabe a qué velocidad circulaban. Sí pudo decirnos que la noche estaba cerrada y que había poca visibilidad”, afirmó Bensi en diálogo con el canal C5N, agregando que la sobreviviente ubicó a El Pepo al volante de la camioneta Honda.
La situación del cantante de cumbia se agrava, además, porque “tiene antecedentes penales condenatorios”, explicó el fiscal y aseguró que “de recaer una sentencia, ésta debería ser de cumplimiento efectivo”.
Este lunes se realizaron pericias en el lugar del accidente y en la camioneta del cantante donde se incautaron elementos de interés para la causa.
Por otra parte el fiscal general, informó que el jueves se realizaría la pericia mecánica que intentará precisar la velocidad a la que circulaba la Honda CRV, mientras que recién para la semana próxima se esperan los resultados de los análisis de alcohol y toxicológico.
Pierri sostuvo que “Pepo es un trabajador que iba de trabajar y venía de trabajar en un ritmo laboral que es enloquecedor y en una circunstancia geográfica bastante particular” y mencionó la niebla que hay en la ruta en el horario en que se produjo el accidente.