La jueza federal de San Isidro alegó cuestiones de índole familiar, según un escrito presentado en el juzgado a cargo de Julián Ercolini.
La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, renunció a ser querellante en la investigación por la muerte de su ex esposo y padre de sus dos hijas, el fiscal especial del caso AMIA Alberto Nisman, al aludir a cuestiones de necesidad familiar, en un escrito presentado ante el magistrado Julián Ercolini.
La ex esposa del fiscal asesinado aludió a un “escenario de amenazas previas y posteriores al hecho”, aún no esclarecidas y “recurrentes al día de la fecha” y sostuvo la necesidad de “priorizar la paz y espiritualidad del núcleo familiar”.
“La presente decisión se impone, a esta altura, ya impostergable, ante la necesidad de adoptar medidas tendientes a garantizar la protección y salvaguarda del núcleo familiar primario de quien en vida fuera Natalio Alberto Nisman”, sostuvo la magistrada en el escrito al que accedió Télam.
“En uso de la facultad que me confieren los artículos 85 y 420 del Código Procesal Penal de la Nación vengo a desistir, de manera expresa, de continuar ejerciendo el rol de querellante”, informó la jueza en el oficio que también firmaron sus abogados Federico Casal, Manuel Romero Victorica, Adriana Ayuso y Juan Pablo Vigliero.