El Intendente Camilo Etchevarren, participó de reconocimientos a vecinos, lo hizo acompañado por el encargado del Archivo Histórico Municipal Juan Carlos Pirali.
El primero de ellos fue a Héctor Jesús Tellería, propietario de la Despensa ubicada en Castelli y Ricchieri. “Cacho” como más se lo conoce comenzó con la actividad comercial hace 62 años. Este negocio familiar es muy tradicional en este sector de la ciudad. Con sus 88 años recuerda que comenzó muy desde abajo, hizo una especial mención para Héctor Tamayo, proveedor que lo ayudó en sus comienzos. Junto a su esposa tuvo cuatro hijos. “Tuvimos años muy difíciles, pero con el acompañamiento de la gente del barrio pudimos salir adelante”, contó Tellería.
El Intendente comentó que le era muy grato homenajear al propietario de un almacén con tanta trayectoria. “Es muy lindo ver tanta gente acompañando a un dolorense tan trabajador”, acotó Etchevarren.
Posteriormente en el Archivo Histórico fueron reconocidos cuatro vecinos. El primero de ellos Juan Enrique Birkedal (mecánico de motos y comerciante), descendiente de dinamarqueses y noruegos. Recordó que su padre fue comerciante, nació en 1943, siempre tuvo pasión por las motos, destacándose como piloto en el motociclismo. Trabajó en el Poder Judicial. Contó que fabricó una moto pequeña que fue un suceso en Dolores, se la podía transportar en el baúl de un auto y era utilizada para ir a la playa.
Se continuó con Oscar Rolando Cademartori (43 años empleado en Correo y Telégrafo). Ingresó como mensajero para distribuir telegramas, fue telegrafista hasta que la empresa comenzó una reducción de personal. “Era una época donde se trabajaba de otra manera en telecomunicaciones, éramos 38 empleados con mucha vocación de servicio”, dijo Cademartori.
El tercero de los homenajeados fue Juan Carlos D’Amore (especialista en colocación y reparación de molinos de viento). Al contar parte de su vida, expresó que hizo de todo. Se crió en el campo junto a sus padres. Por buscar agua para la hacienda desde muy joven estuvo en contacto con los molinos. A los 17 años ingresó a la Aeronáutica, a la que renunció en 1955. Como herrero en Dolores comenzó a trabajar con Rómulo Olaizola, tiempo después compró la herrería de Joaquín Bensan. Como anécdota mencionó que le arreglaba el arado al padre del Intendente. Hizo la obra que posibilitó la llegada de agua a los domicilios en General Lavalle. Además fabricó un molino. Muy feliz por la distinción señaló que junto a su esposa formó una familia y crió cuatro hijos.
El último de los reconocidos fue Víctor Raúl Gómez (44 años de ciclista deportivo). Nacido en la Estancia Dos Talas. Comenzó a correr en 1958, obtuvo grandes premios en La Plata y Mar del Plata, participó en muchas competencias en Dolores. Fue parte de tres campeonatos argentinos, en dos terminó entre los diez. Su hija fue la primera dolorense ciclista, la que tuvo el honor de batir un récord en Palermo. Su esposa comenzó a correr a los 50 años, logrando siete victorias en Dolores.
El Intendente por ultimo felicitó a los homenajeados, recordando que todos ellos van a estar en el tercer libro de los reconocimientos.