La Hipomagnesemia es una enfermedad de origen carencial, y es la responsable de la principal causa de muertes en vacunos en la Cuenca del Salado.
Su ocurrencia sucede a la salida del invierno, comienzo de primavera, cuando hay suficiente humedad como para que algunos pastos como avena, raigrás y de pastura de buena calidad, presenten rebrotes tiernos que son ópticamente reconfortantes y promisorios, pero que en esa situación producen muertes súbitas en vacas, frecuentemente en cantidades elevadas Y que son las que se encuentran en mejor estado corporal.
Estos excelentes pastos cuando están en estado de rebrote incipiente y tierno, carecen de la suficiente cantidad de magnesio para que el animal pueda desarrollar su metabolismo de manera normal y es frecuente y registrado que esto desencadena un proceso que termina con la muerte.
La ocurrencia del episodio desespera, y obliga a tomar decisiones urgentes.
Inyectar con magnesio a las vacas es efectivo, pero si no se toma otro tipo de medida, el beneficio o solución no dura más de tres días.
Espolvorear con óxido de magnesio a rollos desplegados en el potrero es producente, entregar rollos solos, si se cuenta con silo de cortapicado de maíz o sorgo, mejor aún.
El cambio de potrero a lotes con forraje más sazonado es una gran solución, pero hay que hacerlo en forma urgente, ya que una vez iniciado el problema, las muertes cobran gran velocidad y ocasionalmente son cuantiosas.
Las recorridas y observaciones deben ser intensas y frecuentes, ya que una vez desencadenado el episodio, el margen de tiempo para la búsqueda y elección de soluciones es muy corto.
Síntomas: reducción de apetito, irritabilidad, cabeza y orejas erguidas, dificultad en el desplazamiento, hiperventilación, rechinar de dientes, parpadeo.
El animal cae al piso, con espasmos musculares, y si no recibe tratamiento rápido, muere.
Med. Vet. Fernando Falcone Subsecretaría Agricultura Familiar
Ing. Agr. Ignacio Rípodas INTA Dolores EEA Cuenca del Salado