Pichetto definió al peronismo como “un movimiento flexible, con capacidad de adaptación a los procesos que se dan en el mundo. Y que es un partido de poder”. Diferencia cada una de las gestiones que han ejercido los últimos presidentes peronistas y califica al de Néstor Kirchner como “una buena aproximación al peronismo: fuerte compromiso del Estado, tipo de cambio alto y competitivo, aliento de las exportaciones primarias”.
Respecto de la corrupción en la era K, no ve “hechos nuevos de los que en su momento se denunciaron. Algunos casos hoy están más amplificados”.
Consultado por Clarín respecto de si Cristina Kirchner llegara al Senado y un juez pidiera su desafuero, el rionegrino señaló que “en el Senado siempre hemos tenido la visión de cuidar a las figuras históricas”, aunque aclaró que “esto no significa encubrimiento”. Estimó que “con los presidentes se empieza con un gran reconocimiento y se termina siempre mal”, y consideró que “los expresidentes deberían tener una jurisdicción especial”.
Empero, admitió como “altamente negativo” que los expresidentes continúen sus carreras una vez dejado el poder, por cuanto a su juicio “un expresidente no debería hacer nunca más política”.
Respecto del liderazgo en el peronismo, citó a figuras como Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo y Sergio Massa, y estimó que en provincia de Buenos Aires “este año se juega el futuro político del país”.
“El peronismo tiene que ser un partido del sistema y no creerse el sistema mismo. Muchas veces nos asemejamos al PRI, a creer que el poder es para siempre”, expresó. Admitió en ese contexto que al peronismo “le cuesta ser un partido de la oposición, le cuesta construir alternativas democráticas, le cuesta funcionar en el Parlamento como parte del escenario de la gobernabilidad”.
En otro pasaje de la entrevista, sostuvo que se debe “comprender que Argentina tiene que cuidar sus fronteras, observar qué migrantes entran. Y si entran con antecedentes penales no hay que permitirles el ingreso”. Citó los hechos recientes ocurridos con los manteros en Once, donde advirtió que esos barrios “están tomados por organizaciones delictivas que manejan el narcotráfico y en su mayoría son de origen peruano. A los africanos los usan de mascarón de proa para el control de la calle”.
“En los últimos 25 años ha habido un marco de políticas muy flexibles en materia migratoria. Y no tenemos un adecuado control migratorio. Entra cualquiera con antecedentes penales. Si uno lo dice se enojan los cónsules, pero esa es la verdad. ¿No queremos debatir este tema? No lo hagamos: Argentina seguirá yendo definitivamente a la decadencia. Ahora hay bandas paraguayas que están sembrando marihuana”.
Pichetto advirtió que “Once es territorio comanche, acá enfrente Plaza Congreso es tierra de nadie. La Policía tiene que recuperar la calle, la AFIP también. La política de seguridad tiene que estar construida sobre esta realidad”.
“Yo pensé que este Gobierno tenía una orientación de derecha en materia de seguridad, lamentablemente todavía no lo ha demostrado”, expresó.
Consideró “viejos” los debates que se plantean entre mano dura y garantismo. “Son debates tramposos. Nadie desconoce que hay menores que cometen delitos de alta violencia y deben ser apartados de la sociedad porque son un riesgo”, puntualizó, reclamando que “los extranjeros que cometan un delito hay que expulsarlos”, y sugirió “ver lo que pasa en Europa, Estados Unidos. Acá hay miopes. Creen que Trump es un xenófono y presidente tonto… y si ganó las elecciones es porque supo comprender el deseo de los ciudadanos americanos”.
Respecto del Gobierno insistió en que “debería convocar a un diálogo de políticas públicas sobre los temas que tienen que estar afuera del debate electoral: empleo, cómo crecemos, la defensa de la industria nacional frente a las importaciones”.
Respecto de una eventual derrota legislativa para el Gobierno, advirtió que “si eso sucede en provincia de Buenos Aires le va a pegar en la línea de flotación. Eso no significa que termine su gestión. Pero sin dudas se debilitaría. Y no sé si podría seguir su marcha hasta la terminación del mandato solo. Tal vez ahí tendría que ampliar la base de construcción y de diálogo político”.