Científicos de Argentina, Reino Unido, Suecia, Estados Unidos, México, Australia, Brasil y Japón recomendaron buenas prácticas productivas para proteger a los polinizadores como abejas melíferas o abejorros, ante la disminución de estos artífices de la reproducción de frutos y cultivos, informó el biólogo Leonardo Galetto.
“Es un grupo de organismos que serían buen indicador de la salud ambiental de los sistemas socio productivos en los que basamos nuestro bienestar, sobre todo la calidad de la comida”, contó a Télam Galetto, investigador superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal asociado con la Universidad Nacional de Córdoba, y uno de los autores del trabajo.
Como la polinización no es un proceso tangible para los humanos, “no lo tenemos presente ni valorado y no sabemos bien cómo está siendo afectado por las prácticas que tenemos”, afirmó el investigador.
La polinización es un proceso que consiste en que las gametas masculinas que están en el polen sean transportadas a la parte femenina de la flor, el estigma, para producir frutos y semillas.
La mortalidad de polinizadores sería mucho menor si se emplearan prácticas simples como suprimir la aplicación de plaguicidas sobre los cultivos en las primeras horas de la mañana hasta el mediodía, que es cuando las abejas tiene actividad, recomienda el trabajo.
“La razón de este conjunto de autores tiene que ver con una selección más amplia que hace Naciones Unidas con sugerencias de nombres de expertos en cultivos y comida que envían los países”.
El seleccionador integró 70 investigadores con equidad de género -mitad hombres, mitad mujeres-, de sistemas científicos públicos y privados (con expertos en organismos modificados de las empresas Monsanto, Bayer o Singenta), y una serie de actores sociales que también propusieron nombres.
“Los 70 fuimos divididos en seis capítulos, el nuestro es el 6, tiene 800 páginas” y fue divulgado por la revisa Science.
Para Galetto, lo más “novedoso y enriquecedor” de esta forma de trabajo interdisciplinario fue “la posibilidad de interactuar con actores sociales y la apertura que significó considerar, cuando estamos acostumbrados a publicaciones exigentes, conocimientos de pueblos originarios que estaban reportados por antropólogos”.
La iniciativa ocurre porque a nivel mundial se registra la desaparición de la diversidad de polinizadores: “todos los indicadores dicen que se están afectando”, advirtió Galetto.
Uno de los principales problemas asociados con la pérdida de polinizadores es su relación con la producción de comida, ya que su desaparición afecta la obtención de frutos y semillas.
Los polinizadores con mayor presencia en el país son la “abeja melífera, que se valora por el producto miel pero participa en la producción de muchos cultivos; y los abejorros”, esos voladores negros y redondeados especiales para tomate, berenjena y pimiento.
Otro grupo es la “abeja sin aguijón que produce miel, a la que los pueblos originarios del norte tienen en casa porque no es peligrosa para los chicos y ayuda a la polinización en la huerta”.
El documento elaborado por una docena de investigadores abarca temas “agronómicos, ordenamiento del territorio, biodiversidad, y el abordaje de otras etnias con éticas ambientales”.
Las diez recomendaciones sugieren “aumentar los estándares regulatorios para pesticidas; promover el manejo integral de las plagas; incluir en los informes de riesgo de cultivos transgénicos los efectos indirectos y subletales; regular el movimiento de los polinizadores empleados; y desarrollar esquemas de seguros para ayudar a los agricultores a beneficiarse de los servicios ecosistémicos cuando reemplacen agroquímicos”.
Además, “reconocer a la polinización como un insumo agrícola en los servicios de extensión; brindar soporte a los sistemas agrícolas diversificados; y conservar y restaurar la ‘arquitectura verde’ (una red de hábitats dentro de la cual pueden migrar los polinizadores) en escenarios agrícolas y urbanos”.
También, “desarrollar sistemas de monitoreo de polinizadores y polinización a largo plazo y financiar la investigación participativa en temas relacionados con la mejora de los rendimientos en la agricultura orgánica, diversificada y ecológicamente intensificada”.
Argentina investiga la polinización en plantas nativas y tres cultivos importantes como girasol, soja y colza, que dependen de los polinizadores porque si no, los rindes disminuyen, con un fenómeno similar al que ocurre con pera y manzana.
Los polinizadores están impactados por una producción agrícola menos diversificada, con tendencia a los monocultivos que dependen del uso de agroquímicos para controlar malezas vegetales y de insecticidas; además, con el avance de la frontera agrícola hay menos lugares de vegetación natural donde reproducirse.
http://www.telam.com.ar/notas/201611/171526-abejas-polinizadores-reproductires-frutos-cultivos-alerta.html