-con pedido de publicación por: Juan Carlos Vacca-
Cuando me desperté esta mañana pensé en escribirte. Sabes, están pasando muchas cosas y quisiera contártelas.
Hace unas semanas apareció un asesino llamado Scilingo que le contó a un periodista como tiraba vivos al mar a los jóvenes que se atrevían a desafiar desde Ongania para acá a todos los poderosos. A los empresarios, los políticos, los burócratas sindicales, a la triple A, al gobierno de Isabel y finalmente a la dictadura militar.
Ese marino tuvo todo el espacio que quiso, después que apareció el libro, para contar y contar la muerte, para hablar de la horrible muerte. Las radios pasaron cientos de veces sus declaraciones, la TV mostró su cara mil veces, se llenaron las paginas de las revistas y de los periódicos de sus declaraciones y de su terrorífica imagen.
Sabes querido, yo pensaba si nos hubiesen dado el mismo espacio a nosotras a cuando lo empezamos a contar en el año 1977 hasta ahora.
Que sociedad tan extraña la nuestra que desestimo durante años lo que nosotras contábamos y ahora les cree a los asesinos y sus cómplices. Pero bueno querido, ahora ya lo saben, nadie puede decir que no fue cierto.
Querido hijo, quiero decirte cuanto te quiero, que ocupas el lugar mas importante en mi corazón y que cuando mas te quieren matar, mas piden listas y mas piden tumbas, yo siento que vivo estas. Cuando doy una charla, cuando hablo con los jóvenes en la casa o en la radio me doy cuenta de cuanto espacio ocupas en el pensamiento de cada uno de ellos. Todos los pibes quieren saber como eras, que pensabas. La mayoría esta cantando las canciones que vos cantabas y quieren lo mismo que vos querías. Todos los arrepentidos, o quebrados tiene mucho interés en asegurar que estas muerto, totalmente muerto y me quieren pagar por tu muerte. Yo los desprecio. Cuandos miro a los ojos, ellos bajan la vista. ¿Sabes por que? Por que los miro con tus ojos y les hablo con tu voz.
El día que naciste, que mis entrañas se abrieron para poder parirte, fui tan feliz que te hablaba todo el tiempo. Tenia sueño después del parto y no me quería dormir. Quería verte, acariciarte, tenerte siempre fuerte, fuerte y robusto.
No se por que tuve tantas ganas de escribirte. Tal vez porque desde hace algunos meses cada mañana escucho mas fuerte el “hola mama” con que me despertabas. No sabes cuantas cosas estoy haciendo para seguir dándote la vida. Es tan hermoso dar vida. Sobre todo cuando muchos solo hablan de muerte.
Hijo, cada día te quiero mas, te respeto mas y sobre todo siento que las banderas que vos levantabas, por loa cuales entregaste la vida, están en las manos de miles de trabajadores, de estudiantes y de pibes a los que el sistema arroja a la calle. Pero esencialmente, la lucha estará en la Plaza de Mayo. Ahí de tu brazo, cada jueves, siento que estoy pariendo otros hijos, que como vos, me enseñan el mejor camino, el del amor y la solidaridad hasta cada latido de mi corazón. Mama.
Yo quiero decirte, que han pasado 40 años, y que hoy, tambien estan pasando cosas. Con mas de 1000.000 despedidos, tarifazos impresionantes, con una devaluacion de mas del 40%, con una inflación imparable y mas entrega a las empresas multinacionales, es decir, con menos Soberanía Nacional, esas banderas están mas presente que nunca.
Hasta La Victoria Siempre. Te quiero mamá.-
Juan Carlos Vacca.-