Lo que en un principio parecía un simple raspón terminó siendo una herida mortal. La víctima fue una mujer, vecina de Plottier, que murió luego de ser picada por una araña parda y no ser diagnosticada a tiempo.
El pasado 4 de enero, Alicia estaba jugando con sus nietos en el patio cuando se agachó a buscar agua. Allí, supuestamente se “raspó” en una de las manos con un rosal cercano. Por la noche, la herida se le hinchó y comenzó a sentirse mal del estómago.
Ante ese panorama, su esposo la llevó a la guardia del hospital de Plottier, donde la atendió un médico que le diagnosticó una infección y le recetó antibióticos. Aunque ella no quiso tomarlos por el dolor abdominal.
Ya de regreso en su casa, los síntomas persistían e incluso aparecían otros. “A esa altura, mi mamá tenía vómitos, fiebres, estaba descompuesta y tenía ampollas necróticas en la mano picada”, contó Cintia, la hija, a LM Neuquén.
Alicia reingresó al hospital local a las 6 de la mañana y estuvo allí hasta el mediodía, sin un diagnóstico certero, pese a la ecografía que le habían realizado. Ante esta situación, su familia decidió trasladarla al Policlínico Neuquén. Durante el traslado, el chofer de la ambulancia le comentó a Cintia sobre la posible picadura de araña.
En el Policlínico le realizaron una tomografía, pero las imágenes tampoco fueron resolutivas ya que no contaban con el líquido de contraste suficiente para la visualización. En este momento, Cintia decidió consultar a los médicos sobre una picadura.
Tras el comentario, los médicos evaluaron nuevamente la herida y constataron que se trataba de la mordedura de un arácnido. A esa altura, el tiempo corría y el apremio era saber de qué tipo de araña se trataba, para dar con el antídoto.
Luego de unos cuarenta minutos, los médicos se acercaron con un formulario para llenar, para buscar el remedio en el hospital Castro Rendón. La familia, entonces, debió realizar un segundo viaje ya que la primera dosis no fue suficiente.
Finalmente Alicia falleció el miércoles 6 por simultáneas fallas en los órganos. “Ya no le funcionaban los riñones ni los intestinos, luego tuvo una falla cardíaca y otra respiratoria”, detalló Cintia.
“No me interesa hacer la denuncia, porque a mí mamá no me la van a devolver. Sí me interesa que se capacite a los médicos ante estas situaciones”, concluyó la mujer.
¿En dónde se encuentra la araña parda?
La Loxosceles laeta, más comúnmente conocida como “araña parda”, “araña marrón”, “araña de los rincones” o “araña del violín” es una de las pocas arañas venenosas que habita en Argentina. Mide entre 1 y 3 centímetros con las patas extendidas, es marrón y tiene marcas en el lado dorsal del tórax.
Se encuentra en prácticamente todo el territorio nacional y tiene hábitos domiciliarios, ya que habita en lugares secos y oscuros, generalmente atrás de muebles, cuadros, roperos, cubre persianas, en la unión de ladrillos o hendiduras en las paredes.
Esta especie no es agresiva y sólo pica si se siente amenazada, si no puede huir o si es aplastada contra el cuerpo.
Conocer qué bicho es, fundamental para salvar vidas
El protocolo de los hospitales públicos exige conocer de qué animal se trata, ya que será fundamental a la hora de aplicar el antídoto para revertir los efectos del veneno o síntomas. Como ocurrió en el caso de la mujer que fue mordida por una yarará en General Roca.
En esta situación, la víctima mató a la víbora y acudió rápidamente al hospital López Lima, donde explicó lo que le pasó e inmediatamente le colocaron los remedios.
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