La jefa de la diplomacia europea instó a dejar de culparse entre todos y tomar medidas concretas para inmigración

Federica Mogherini instó a los cancilleres europeos a dejar de echarse culpas unos a otros en relación a la crisis de refugiados y comenzar a tomar medidas para hacer frente a este “evento dramático” que “está aquí para quedarse”.

“Todos nos enfrentamos a un evento dramático”, que “no es una emergencia, porque está aquí para quedarse”, declaró Mogherini, al término de dos días de reuniones informales en Luxemburgo, en las que los cancilleres alcanzaron un acuerdo de cinco puntos para paliar la grave situación de los miles de refugiados que llegan a Europa cada día escapando de los conflictos armados en Medio Oriente y África.

El plan -explicó Moguerini- incluye el compromiso de los Veintiocho de asegurar protección a las personas que lo necesiten, gestionar su situación en total respeto a los derechos humanos, luchar contra los traficantes de personas, reforzar la asociación con los países de origen y tránsito, abordar los acuerdos de readmisión y devolución, y tratar las causas raíces de la llegada de refugiados.

La mayoría de las propuestas fueron en abstracto a excepción de la relacionada a la lucha contra el tráfico de personas, sobre la cual la jefa de la diplomacia europea precisó que ha tenido un fuerte respaldo de todos los estados miembro para activar la fase dos de la misión naval europea, que incluiría capturar o desviar los barcos sospechosos.

Sobre la asociación con los países de origen y tránsito, Mogherini anunció que se creará un fondo fiduciario de apoyo a países africanos, aunque no especificó si dicho fondo estará destinado a ayuda humanitaria o militar informó la agencia de noticias EFE.

Sobre el origen del problema, la situación de inseguridad de cientos de miles de personas por la guerra, los ministros se comprometieron a a trabajar conjuntamente para abordar conflictos como el de Siria o la situación de inseguridad que vive Libia.

“Ha acabado el juego de echarse las culpas unos a otros y ha llegado el momento de tomar medidas”, dijo Mogherini después de que el ministro húngaro, Peter Szijjarto, responsabilizase horas antes a sus socios europeos del empeoramiento de la crisis de los refugiados en su país por lo “irresponsable” de algunas de sus declaraciones.

“Espero que finalmente nos demos cuenta de que estas personas vienen a Europa y no a uno u otro Estado miembro”, indicó la política italiana, y reconoció que “nos ha llevado desafortunadamente algunos meses darnos cuenta de esto”.

En ese sentido, Jean Asselborn, ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, sostuvo que “Europa es un sinónimo de los valores, el derecho y la humanidad internacional” y que “si se pone en entredicho sus valores (…) la imagen de Europa en el mundo está en juego “.

El próximo miércoles la Comisión Europea (CE) presentará una estrategia para el reparto de otros 120.000 refugiados entre los Estados miembros, así como una lista de “países seguros”, una medida para agilizar la tramitación de las demandas de asilo de personas procedentes de países candidatos a entrar en la UE como Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía.
Los ministros de Interior comunitarios tendrán la oportunidad de pronunciarse al respecto en una reunión informal el 14 de septiembre.

“Tenemos que encontrar maneras de compartir responsabilidades”, dijo Mogherini, quien recordó que la CE aboga por un sistema de cuotas obligatorio porque un sistema voluntario “haría las decisiones más difíciles y menos inmediatas” y “no nos podemos permitir el lujo de perder tiempo”.

La República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia rechazan las cuotas obligatorias de reparto de los refugiados y reclaman un “control efectivo” de las fronteras exteriores de la UE, mientras que Alemania y Francia piden la imposición de cupos obligatorios.

Fuentes de la diplomacia eslovaca explicaron que se oponen a lo que consideran un reparto arbitrario de los refugiados porque se obliga a la gente a vivir en lugares en los que no tienen interés en residir.

Por su parte, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, advirtió hoy que el espacio Schengen, -el acuerdo de libre circulación entre 26 países de Europa- “está en peligro” porque en este momento no hay seguridad en las fronteras.

En declaraciones a la agencia de noticias austriaca APA, expresó su deseo de encontrar rápidamente una solución al problema “antes de que se ponga en peligro la idea de una Europa sin fronteras”.

Por su parte, el ministro español de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, subrayó que el asilo “es un derecho, no es un problema al que se pueda decir sí o no” al tiempo que señaló que el problema no ha sido abordado a tiempo.

“No nos hemos quedado ni cortos ni largos; el proceso no se ha abordado en el tiempo y se han producido las tragedias que estamos contemplando”, dijo.

En la reunión también se abordó la posibilidad de impulsar la construcción de campos de refugiados cercanos a las naciones en conflicto, algo que los refugiados rechazan porque entran en un campamento en el cual se les dificulta volver a rehacer su vida.

También se propuso “apoyar a los países candidatos como Serbia” para mejorar su capacidad de gestionar el flujo de refugiados, según fuentes comunitarias.

Sobre estos puntos, se contempla la posibilidad de convocar para los primeros días de octubre, una conferencia de alto nivel con los ministros de Relaciones Exteriores y de Interior de la UE además de los cancilleres de los países balcánicos.

Asimismo, se evalúa la posibilidad de celebrar un Consejo Europeo extraordinario para abordar la crisis migratoria.

Telam

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