El hecho ocurrió en junio de 2013. El procesado fue visto tras perpetrar el ilícito, cuando junto a un cómplice intentaba dar arranque a una moto, la que abandonaron, y que luego aquél denunció como robada tratando así de ocultar su participación
En un fallo reciente dictado en el marco de un juicio abreviado, la Dra. Graciela Analía Avalos actuando como Juez unipersonal del Tribunal en lo Criminal nº 2 Departamental, condenó a un vecino que perpetrara un robo con arma en un reconocido Maxi Kiosco de la ciudad.
El juicio había sido consensuado por el Fiscal Dr. Diego Torres, y por el Defensor Oficial Dr. Paúl Orellano con ratificación expresa del procesado, en cuanto a la calificación y el estimado de la pena.
El hecho según surge de la resolución judicial ocurrió en los primeros minutos del 24 de junio de 2013, cuando Iván Jorge Sala junto a otro sujeto -no sometido a éste juicio-, llegó en una moto tipo cross hasta el maxi-kiosco “La Esquina” en Olavarría y Mendiola de nuestra ciudad. Allí el nombrado Sala descendió e ingresó al local exhibiendo un arma de fuego, con la cual intimidó al empleado mientras le decía “dame todo, dame todo”. Luego se acercó al mismo, lo tiró al piso, le apoyó la rodilla contra su espalda y el arma sobre la cabeza mientras le decía “quiero toda la plata”, logrando tras ello apoderarse de unos cuatro mil pesos, una caja de tarjetas telefónicas y quince chips para teléfonos celulares de distintas empresas, retirándose del lugar hacia donde estaba su cómplice.
Al efectuar la víctima la denuncia, resaltó que el delincuente antes de irse le había dicho que no se levantara hasta pasados diez minutos, ya que de lo contrario le tiraría un tiro a la cabeza, pero que apenas pasados unos segundos él se había levantado y salido al exterior, procurando dirigirse hacia la Fiscalía de Transición ubicada a pocos metros para solicitar ayuda a la guardia de la Dependencia, aclarando que había visto entonces a dos personas sobre una moto tipo cross y que precisamente una de ellas era el ladrón, por lo que se había dirigido hasta la casa del propietario del kiosco para trasmitirle lo ocurrido. Y agregó, que al llegar a la Comisaría para hacer la denuncia en la guardia estaba el sujeto que minutos antes le había robado, a quién señaló y el personal policial aprehendió.
Del Acta de Procedimiento labrada por la policía se desprende, que Juan Jorge Sala se encontraba en la Dependencia junto a su concubina denunciando la sustracción de su moto marca Motomel 200, tipo cross y de color rojo. Y que en esas circunstancias había llegado la víctima del robo en el kiosco, quien al verlo manifestó: “vos fuiste el que me robaste recién”.
Por su parte el propietario del comercio manifestó, que alertado del robo por su empleado se había dirigido hasta donde dos individuos intentaban arrancar una moto, y que unos treinta metros antes de llegar uno de ellos le había apuntado con un arma diciéndole “quedate ahí o gatillo”, tras lo cual esos sujetos habían dejado la moto tirada y se habían dado a la fuga mientras se descartaban de dinero y unas tarjetas telefónicas, precisando que había podido reconocer a uno de ellos, una persona que se domicilia en cercanías de la Plaza Moreno. Que antes de concurrir a la Comisaría había llegado al lugar personal policial, comprobándose que la moto abandonada era tipo cross de color rojo.
En un allanamiento realizado en el domicilio del procesado, en la calle Juncal, se secuestraron chips de teléfonos y tarjetas, las que fueron reconocidas por el denunciante como parte de lo robado.
El procesado al prestar declaración dijo, que esa noche se encontraba trabajando en una panadería cuando había recibido un mensaje de su esposa, quien le decía que de la puerta de la casa le habían robado su moto Mundial 200 roja, agregando que su mujer le había dicho después que ella ya había ido a la Comisaría pero que tenía que ir él, porque era el titular de la moto.
Sin embargo para la Dra. Avalos el relato del imputado, de su concubina y otra testigo, intentaban “desmoronar el reconocimiento efectuado por la víctima”, al propio tiempo que buscaban desvincular el abandono de la moto a metros del comercio robado, precisando la Juez, que sin embargo el imputado nada había dicho del hallazgo en su vivienda de cuatro chips para celulares. Y precisó la Magistrada, “la excusa dada por Sala no resulta convincente”, el argumento de haber ido a la panadería en horas avanzadas de la noche de un día domingo para limpiar unas bandejas, fuera del horario de trabajo, acompañado de una mujer cuyo apellido ni siquiera sabia al momento de declarar y que no cumplía tareas en dicho comercio, “se compadece mas con un relato previamente armado a los efectos de contar con una coartada que le permita desligarse del hecho, que con la realidad de lo sucedido”.
Al momento de evaluar la pena, la Juez consideró que el imputado registraba una condena como coautor del delito de Robo agravado por ser perpetrado con efracción y escalamiento”, que la pena vencía en abril de 2009, y que no habiendo transcurrido desde entonces el lapso de cinco años al que alude el Código Penal, debía ser declarado reincidente.
Por todo ello la Dra. Avalos resolvió condenar a Jorge Iván Sala, de 32 años de edad, con último domicilio en calle Juncal de Dolores, a la pena de Tres años y seis meses de prisión, como autor responsable del delito de “Robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada”, declarándolo al propio tiempo como reincidente.
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