Desde un principio como espacio hemos destacado la capacidad de transformación política, social y cultural que posee el modelo de crecimiento económico con inclusión, conducido primero por Néstor y luego por Cristina.
En él es que vemos la oportunidad de poder brindar el salto de calidad a una ciudad que cuenta con las cualidades necesarias para poder lograr cambios concretos (si se lo propone) encolumnando a la sociedad toda -con sus diversos sectores- detrás de un mismo objetivo: construir un camino que nos permita educar, crecer, trabajar y vivir en el lugar que nos vio nacer.
Ello implica que los ciudadanos cuenten con -aunque sea- una política impulsada por el Estado Municipal que intervenga en cada una de las diferentes etapas de su vida, a fin de garantizar que la palabra desarrollo, tenga entre sus prioridades el aspecto humano.
Si nos preocupamos de tal forma en brindar las oportunidades necesarias para explotar las potencialidades de cada uno de los dolorenses, lograremos multiplicar los recursos humanos y técnicos, emprendimientos y proyectos; que puedan abarcar el grueso de los actores sociales presentes en el distrito. El trabajo y la planificación deberán ser uno de los tantos pilares entre los que sostendremos este proyecto colectivo que queremos para nuestra ciudad. No es cuestión de soñar, solo con ver la labor desarrallada por el compañero Francisco Etcharren, en la vecina ciudad de Castelli, podremos notar que “si se quiere, se puede”.
Es necesario promover el trabajo para darle acceso a la dignidad que este otorga al grueso de la población, como así también la planificación para que este trabajo sea eficiente, pero por sobre todas las cosas eficaz, para resolver los problemas que nuestros vecinos demandan: alumbrado público, barrido y limpieza, mantenimiento de zanjas y desagües, puesta en valor de los espacios públicos, recuperación de la salud pública, entre otros reclamos que se encuentran cajoneados y fuera de las prioridades de los distintos espacios políticos a excepción del Frente para la Victoria y sus representantes.
Cabe recalcar que Dolores cuenta con ciertas ventajas en cuanto a ubicación, educación, administración pública, que otras ciudades no. Sin embargo no la hemos sabido aprovechar.
Poseemos un área de servicio y administración los suficientemente desarrollados como para ser el marco de un programa que apunte al desarrollo productivo, que tenga por objeto en primer término, lograr el autoabastecimiento en productos de primera necesidad para los dolorenses. Para ello el Estado Municipal debe procurar la promoción de políticas en este sentido.
La realidad es contundente, si seguimos sin producir aunque sea un parte de todo lo que consumismos, será mucho más difícil generar trabajo y el trabajo es el único modo de multiplicar la riqueza de forma genuina. Lo demás es depender del sistema burocrático estatal con todas sus limitantes y promover un modelo difícil de sustentar a medida que va las demandas de su propio desarrollo.
Sin este proceso que nutra el crecimiento a base de incentivos a la actividad económica, difícilmente logremos sustentar dicho proceso durante largos períodos de tiempo. Por ello creemos necesario generar el terreno fértil para que los emprendedores puedan llevar a cabo su actividad, apoyados en las pequeñas y medianas empresas sin olvidar a los productores agropecuarios, ávidos de agregar valor y volumen a su producción.
Una vez garantizado el proceso ascendente, también la demanda por mano de obra crecerá, diversificando su participación en los diferentes sectores de la economía, sin recargar al estado municipal, y con ello, comprometer la salud de nuestras finanzas.
Por otro lado, estamos convencidos de que no debemos olvidar la cultura. Una ciudad con casi doscientos años de historia tiene un acervo cultural a ser investigado, preservado y promovido. Las producciones que trabajen la identidad cultural serán clave para ello con el consecuente beneficio para los trabajadores del arte, con una sociedad que intervenga activamente en la construcción de su propia identidad.
Creo que estas son las bases fundamentales del modelo que dirige los destinos de la nación y pretendemos hacer llegar a nuestra ciudad, siendo fieles representantes del mismo, aglutinando a dirigentes y militantes, intentando procurar la organización y multiplicación de dicho movimiento, factores que le brindarán perdurabilidad en el tiempo.
Podríamos seguir abarcando otras áreas que matizan nuestra realidad para describir el sueño que les venimos a proponer a cada uno de nuestros compañeros y compañeras. A los que militan dentro de nuestro espacio político, los que simpatizan, los que apoyan o los que simplemente comparten esas ganas de cambiar, para aquellos que no comparten el pensamiento pero si la necesidad de incluir(se) para sentirse parte de algo.
Tenemos el equipo, la gestión, el trabajo pero por sobre todo un proyecto colectivo que nos incluya alimentando la decisión de hacernos cargo de nuestra realidad y conducir con responsabilidad la transformación. Siendo conscientes de nuestra capacidad de coordinación con los diferentes sectores de nuestro amplio espacio, como aquellos que exceden a este. Somos convencidos que charlando y, por sobre todo haciendo, se arreglan las cosas.