Ariel Castillo, de 48 años, fue asaltado por un “viudo negro”.
El hombre que permanecía en coma desde hace una semana tras haber sido drogado, robado y abandonado por una banda criminal en su casa de la localidad bonaerense de San Martín murió este jueves. La víctima, identificada como Ariel, cayó por las escaleras del edificio donde vivía mientras intentaba pedir ayuda luego del asalto. No hay detenidos.
La investigación apunta a un grupo delictivo conocido como los “viudos negros”, que habría actuado bajo un mismo patrón en al menos dos oportunidades. Según indicaron fuentes del caso, Ariel había conocido al agresor por medio de Tinder. Tras un intercambio de mensajes, acordaron una cita en su domicilio.
Durante el encuentro, el agresor -un hombre de 48 años- lo drogó con una sustancia que le provocó pérdida de conocimiento casi inmediata. Luego llamó a tres cómplices, quienes ingresaron al departamento, lo desvalijaron y escaparon a pie. Las cámaras de seguridad del edificio registraron los movimientos del grupo desde el ingreso hasta la retirada, pero sin lograr identificar los rostros. “Se llevaron objetos en una valija y también el auto”, precisó la Policía Bonaerense.
Karina, hermana de la víctima, habló con el canal C5N: “Él no es malo, es genuino y bueno… entraron todos los demás después. Él solo entró con una persona”.
La Justicia ya ordenó identificar a al menos dos personas señaladas por allegados a Ariel. Una de ellas sería una expareja, menor que él, que el pasado 2 de mayo lo habría amenazado y exigido dinero junto a otro hombre.
El caso reactivó otra investigación previa: Enzo, un joven que también denunció haber sido víctima de la misma banda, relató en C5N cómo lo drogaron y desvalijaron en su departamento de Parque Patricios. “Estoy vivo de milagro”, afirmó. Según contó, conoció a su agresor a través de una aplicación de citas y fue atacado luego de beber un trago que contenía ketamina. “Tres gotas más y podría estar muerto”, indicó el periodista Diego Lewen al dar detalles de los exámenes toxicológicos.
En ese hecho, la víctima también perdió objetos de valor, dinero y su auto. Aunque el principal acusado, Ariel Alcario, fue detenido, recuperó la libertad tras pagar una fianza. La secuencia del robo quedó registrada en las cámaras del edificio, aunque los ladrones ocultaron sus rostros con capuchas.
Ambos casos comparten un mismo modus operandi y un nombre que reaparece. La Justicia intenta determinar si se trata de una misma organización y hasta dónde llega su red. La víctima de San Martín no sobrevivió. El caso pasó a investigarse como homicidio.
(DIB) MG
