Asumió el nuevo arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, y clamó por “una patria más justa y fraterna”

El nuevo purpurado reemplazó a Víctor “Tucho” Fernández, que fue designado en un alto cargo en el Vaticano. En la ceremonia estuvieron Garro y Kicillof.

El nuevo arzobispo de La Plata, Gabriel Antonio Mestre, asumió este sábado sus funciones en una ceremonia religiosa que presidió en la Catedral platense donde se comprometió a buscar “con todos los sectores políticos” el camino para lograr “una patria más justa y fraterna” que supere “toda grieta” en la comunidad.

Las primeras palabras de Mestre en la Catedral le valieron un aplauso de parte de la multitud y las autoridades que se encontraban en los bancos, entre ellos el gobernador bonaerense Axel Kicillof, los intendentes de las ciudades que integran la diócesis La Plata, Berisso y Ensenada, Julio Garro, Fabián Cagliardi y Mario Secco, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, entre otros funcionarios.

Mestre anunció que se proponía iniciar su misión sin “ningún plan pastoral especial, ni ninguna idea original”, sino que se iba a dedicar a practicar los verbos “amar, conocer y entregar” para asumir “la rica vivencia de transmisión en la fe de la Iglesia”.

En ese marco, Mestre afirmó que iniciará su función “buscando con todos los sectores políticos una Patria más justa y más fraterna, en el camino del bien común y la justicia social”.

“Superando toda grieta quiero animar a transitar los caminos de la cultura del encuentro y la amistad social que nos pide el Papa Francisco”, dijo el purpurado mientras era ovacionado en el atrio.

“Memoria activa”
El arzobispo que se inició en su carrera religiosa en La Plata y tuvo como último destino la ciudad de Mar del Plata recordó que hoy se conmemoraba un nuevo “aniversario de la Noche de los Lápices” y al respecto dijo que asumía el compromiso “como pastor de recordar la memoria activa que nos haga rechazar cualquier tipo de dictadura que no nos haga respetar los derechos humanos fundamentales”.

Sin amor por Jesús “nada tiene sentido en la vida de la Iglesia; la fe deja de ser vital y se vuelve ideología”, acotó en otro tramo de la ceremonia y le pidió al público: “Exíjanme muchas casos pero sobre todo que ame al Señor”.

“Acompañamos la crisis económica y social de 1989. También conozco algo del ámbito más secular: he tomado mates en la ribera de Punta Lara; fui a comer pizza o hamburguesas en el Camino General Belgrano; he paseado por los boulevares y ramblas que tiene la ciudad; he vibrado algún domingo ante el clásico platense, sin ser futbolero”, recordó.

La asunción de Mestre se dio con un marco de público que colmó la nave central del principal templo religioso bonaerense, ubicado en 14 entre 51 y 53.

Los fieles colmaron la Catedral para ver la asunción de Mestre, aunque la ceremonia pudo ser vista también a través de los canales de Youtube y Facebook del templo, y en las redes sociales del Arzobispado. También se pudo acceder a la transmisión desde el sitio web de la arquidiócesis.

Desde la costa
Las funciones eclesiásticas a cumplir no son nuevas para Mestre dado que se desempeñó en el mismo cargo en Mar del Plata, de donde es oriundo.

El nuevo obispo fue nombrado en julio por el papa Francisco para reemplazar a Víctor Manuel Fernández a quien designó prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.

Mestre tiene 55 años recién cumplidos, ya que nació el 15 de septiembre de 1968 y fue ordenado como sacerdote a los 29 años, el 16 de mayo de 1997 por monseñor José María Arancedo, por entonces obispo de esa ciudad balnearia. Se licenció en Teología, con especialización en Sagrada Escritura, por la Universidad Católica Argentina. Fue elegido para ser obispo de Mar del Plata por el papa Francisco, y fue ordenado como tal en agosto de 2017, en la catedral de los Santos Pedro y Cecilia.

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