Las pérdidas provocarán que la campaña agrícola de este año sea la peor de las últimas cinco, según Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Las exportaciones de granos y subproductos podrían caer este año entre US$ 9.226 millones y US$ 14.115 millones debido a la sequía, lo que provocaría un derrumbe del 1,8% del PBI, según un informe económico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Todo esto también representaría un impacto en la recaudación fiscal del Estado, que de acuerdo al estudio privado dejaría de percibir entre US$ 3.143 millones y US$ 4.739 millones, dependiendo el escenario, principalmente por caídas en de las retenciones.
La Bolsa de Cereales advirtió que la campaña 2022/2023 se caracteriza por atravesar un escenario complejo, en el cual la producción de los principales granos sufrirá recortes significativos, desde las proyecciones efectuadas en el lanzamiento de la campaña gruesa, en septiembre último.
Esa complejidad está dada por motivos climáticos, aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, “modifican la decisión de los productores”, según el informe. Pero el prolongamiento del fenómeno “La Niña”, que ocurre por tercera campaña consecutiva, “ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales”, alertó.
En ese sentido, puntualizó que la etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida y dada la sequía, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña anterior y del promedio de las últimas cinco campañas. “La sequía también afecta a los cultivos de verano por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto para la soja, el maíz y el girasol”, añadió.
Las consecuencias de la sequía.
La Bolsa porteña proyectó un escenario “moderado” con 41, 44,5 y 3,7 millones de toneladas, respectivamente, en soja, maíz y girasol. Luego trazó una previsión “pesimista” con 35,5 millones de toneladas en soja, 37,8 millones de toneladas en maíz y 3,5 millones de toneladas en girasol. “Ambos escenarios presentan una posibilidad de ocurrencia real, los que podrían alcanzarse en caso de persistir las condiciones agroclimáticas actuales”, destacó.
De acuerdo al reporte, “el impacto negativo de la sequía con relación a las proyecciones de septiembre es equivalente al 1,1% o 1,8% del PBI, según sea el escenario”.
En este contexto, según la estimación las exportaciones podrían retroceder versus 2022 desde US$ 9.226 millones a US$ 14.115 millones. Esto según el nivel de producción que finalmente se logre. La previsión incluye los complejos de trigo, cebada, soja, girasol y maíz.
Para la recaudación fiscal el golpe también será significativo. El Estado dejaría de percibir entre US$ 3.143 millones y US$ 4.739 millones “principalmente por caídas en los derechos de exportación”, según señaló.
La Bolsa de Cereales señaló además que si bien se han registrado algunas lluvias en las zonas productoras durante las últimas semanas, fueron insuficientes, porque se ubican por debajo del promedio de los últimos años. Así, la entidad reseñó que desde septiembre último los niveles de producción de cebada y trigo sufrieron recortes de 1,2 y 5,1 millones de toneladas respectivamente, concluyendo con una producción de 3,8 millones y 12,4 millones.
En términos generales, indicó que la ausencia de precipitaciones a lo largo de la campaña, junto a las reiteradas heladas en momentos críticos para la definición de los rendimientos, provocaron mermas y pérdidas de área cosechable: el Centro-Norte y Sur de Córdoba y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, son las regiones más afectadas.