El Tribunal N° 4 condenó este lunes a prisión perpetua a Verónica González, imputada por el crimen de su esposo, Carlos Bustamante en su casa de Miramar, donde en 2011 asesinaron a su hijo Gastón, crimen que todavía hoy continúa impune.
De manera unánime, los jueces Gustavo Raúl Fissore, José Deleonardis y Fabian Riquert fallaron en la misma línea que lo planteado por la fiscal Ana Caro y por el abogado querellante, Alejandro Borawski, quienes en sus alegatos habían pedido la máxima pena.
De esta manera, Verónica González fue condenada a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía“.
La defensa de González, por su parte, no había puesto en duda la autoría de la mujer en el crimen de Bustamante y sí había cuestionado la constitucionalidad de la pena de prisión perpetua, lo que fue desestimado por los jueces.
“El Tribunal ha tenida en cuenta toda la prueba presentada. Estamos conformes con el resultado de la pena de prisión perpetua”, expresó la fiscal Ana Caro al terminar la lectura de la sentencia y, con respecto a que Verónica González no dijera nada sobre el crimen de su hijo, Gastón, dijo: “Los imputados pueden dar una última palabra, pero la imputada no hizo uso de ese derecho.
Por su parte, el abogado querellante Alejandro Borawski también se mostró conforme con la sentencia porque “se pudo probar todo lo que fue discutido por la defensa técnica”.
“Verónica González jamás pidió perdón por el crimen de Carlos Bustamante y tampoco dijo palabra alguno por el asesinato de su hijo, Gastón”, dijo el abogado y agregó: “Creemos que lo pasó da la posibilidad para que se reabra la causa por lo sucedido. Pero será un pedido que corresponda a la familia“.
A lo largo del juicio quedó probado que González mató a golpes a Bustamante (66) en la casa de Miramar en la que vivían, la misma en la que en noviembre de 2011 había sido asesinado un hijo de 12 años del matrimonio, en un hecho que nunca se esclareció, investigado en otro expediente.
Quedó acredito que en marzo de 2019, la mujer atacó a su esposo en primer término en la habitación matrimonial mientras descansaba y tras un desplazamiento de la víctima al comedor, hubo un segundo ataque en el que se produjeron las heridas de mayor gravedad, con la clara intención de matarlo.
A causa de las lesiones sufridas, entre ellas hematomas múltiples y fractura de cráneo, el hombre fue internado de urgencia y falleció al día siguiente en el Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata.
Además, González trató de borrar los rastros, pero quedó aún más en evidencia, con manchas de sangre en las prendas que utilizaba y restos de material genético de Bustamante en sus uñas.
Los jueces, en la sentencia, remarcaron que llamó poderosamente la atención que tras el arribo de una ambulancia al domicilio de calle 27, entre 46 y 48 de Miramar, para asistir a Bustamante, González “no intentó socorrerlo” y se comportó “de una manera desafectiva” hacia su él mientras yacía herido y ensangrentado en el comedor.
LC.