Uno de los temas económicos que mas preocupa hace ya varios meses en nuestro país, es el alto índice inflacionario que se muestran constantemente en lo que va del 2022. La salida de Guzmán, la llegada de Batakis al Ministerio de Economía y el precio del dólar, hace crecer la incertidumbre en empresas y comercios, que deben remarcar precios ante las subas.
Durante la tercera semana de julio, la suba de precios de los alimentos promedió 2,1 por ciento, según datos de la consultora LCG. El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5,8% promedio en las últimas 4 semanas (la última de junio y las tres primeras de julio) y 6,7 por ciento.
Según varios informes que vienen siguiendo la situación económica actual del país, se sacó la conclusión de que la variación semanal fue de 6,5 por ciento en verduras; 3,2 por ciento en azúcar, miel, dulces y cacao; 2,9 por ciento en panificados, cereales y pastas; 2,2 por ciento en condimentos; y 2,2 por ciento en bebidas e infusiones. Si se tiene en cuenta esas 4 semanas, se puede decir que los productos de panificación, cereales y pastas tuvieron una variación promedio de 8,1 por ciento; verduras, 7,1 por ciento; lácteos y huevos, 7 por ciento; bebidas e infusiones, 7 por ciento, y condimentos, 6,7 por ciento.
Tras un relevamiento de La Asociación de Consumidores Libres, que tiene como referente a Héctor Polino, los productos que mas sintieron el impacto son: el Aceite de girasol, de 1 ½ litro, que pasó de $620 a $750 (20,97 por ciento); Azúcar común, de un kilo, de $185 a $195 (5,41 por ciento); Fideos de 500 gramos, de $175 a $185 (5,71 por ciento); Harina de trigo, de un kilo, de $180 a $190 (5,56 por ciento); Huevos por docena, de $370 a $400 (8,11 por ciento) y Yerba, un kilo, de $750 a $770 (2,67 por ciento).
Para la consultora Ecolatina, el índice de precios de alimentos trepó 7,9 por ciento en la primera quincena de julio respecto a igual período del mes previo, impulsados por las restricciones a las importaciones impuestas desde fines de junio, que generaron un alto grado de incertidumbre sobre los costos de reposición.