Alberto re respondió a Cristina: “El poder no pasa por ver quién tiene la lapicera”

Fue durante el homenaje a Juan Domingo Perón

El acto celebrado en la CGT para recordar a Juan Domingo Perón terminó por transformarse en un escenario en el que el oficialismo volvió a ventilar sus tensiones internas. En ese ámbito, Alberto Fernández aprovechó esta tarde su rol de orador central para salir a responderle a Cristina Kirchner. “El poder no pasa por ver quién tiene la lapicera, el poder pasa por ver quién tiene la capacidad de convencer. Convencer es una tarea mucho más ardua, pero es más segura”, disparó.

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“Perón convenció a millones de argentinos que hasta el día de hoy lo sienten vivo, nunca necesitó de una lapicera”, afirmó. De paso, pareció poner en blanco sobre negro las distintas formas de ejercer el liderazgo dentro del peronismo y cuestionar los modos de su vice.

En medio de la interna oficial, Cristina Kirchner había apelado a la metáfora de la lapicera para reclamarle al Presidente decisiones de fondo. La última vez fue durante un acto por el centenario de YPF cuando le reclamó que actuara sobre la empresa Techint.

Ante un auditorio integrado por sindicalistas y un puñado de gobernadores e intendentes, Alberto Fernández recogió el guante. No sólo eso: también salió a defender a la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, una de las piezas del gabinete nacional apuntadas por el kirchnerismo.

La respuesta del Presidente cobró aún más significación por una cuestión de tiempos. Es que hoy la vicepresidenta encabezará su propio acto en homenaje por el 48 aniversario del fallecimiento de Perón en Ensenada, donde aparecerá rodeada del poder territorial del PJ bonaerense. Nadie descarta que Cristina vaya a retomar sus críticas a la marcha del Gobierno.

“Perón convenció a millones de argentinos que hasta el día de hoy lo sienten vivo, nunca necesitó de una lapicera. Me parece que tenemos que recordar todas esas enseñanzas que fueron importantes”, disparó primero el Presidente.

Y luego, se metió en otro asunto espinoso para el kirchnerismo al salir a defender a los movimientos sociales, blanco político de Cristina que hace algunas semanas exigió que los planes sociales dejen de ser manejados por esas organizaciones.

“Cuando digo primero los últimos, digo primero la gente, la producción, apoyar al que invierte y no especula, al que da trabajo, al que está en situación de pobreza, reconocer que hay una economía naciente, no conocida hasta el tiempo de hoy, que es la economía popular, y que tenemos que darle vida porque si no la vamos a dejar al margen”, señaló. Los escuchaban en las primeras filas del salón Felipe Vallese de la CGT el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, uno de los dirigentes apuntados por el kirchnerismo. También el titular de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, ambos funcionarios del gobierno nacional y que al mismo tiempo encabezan organizaciones que manejan cuantiosos programas de asistencia.

“Esta no es una discusión de planes sociales, es una realidad, es un mundo que así como vivió la revolución industrial, que trajo muchas crisis, la revolución digital está trayendo nuevas crisis, y nosotros tenemos que atenderlas. Y el modo de atenderlas no es desamparando a los que esa revolución está dejando al margen. Y abrazarlos es reconocerlos como actores de la sociedad que son”, completó Fernández para diferenciarse aún más del kirchnerismo.

El Presidente, además, defendió su gestión y a funcionarios que están desde hace tiempo en la mira del Instituto Patria. “No hago grandes actos pero les cuento algo: Argentina creció un 10,3%, llevamos 1.200 millones de empleos creados, la recaudación total creció un 82%, eso es empleo y salario de los argentinos. Cuando nos preguntamos ¿Qué hicimos? Hicimos mucho en cada rincón de Argentina, peleamos por el federalismo”, dijo en un obvio respaldo al ministro de Economía, Martín Guzmán.

También mencionó a Mercedes Marcó del Pont, a quien le atribuyó haberle informado sobre el aumento de la recaudación. No fue una alusión inocente: la funcionaria también es blanco de la metralla kirchnerista.

Luego, Fernández también pareció ocuparse del camporista Andrés “Cuervo” Larroque, quien hace algunas horas habló de que la fase moderada del oficialismo estaba agotada. Volvió a referirse a Perón y señaló que “cuando muchos le pedían que el diálogo no era el camino, que había que confrontar y tomar las armas, nos dijo que jamás en la conducción política hay que obligar a nadie”.

El jefe de Estado estuvo acompañado en el estrado por los integrantes de la conducción de la CGT Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio). También estuvieron otros sindicalistas, entre ellos, Hugo Moyano. El folclore peronista lo aportó el bombo del Tula y la infaltable marcha partidaria que se cantó al final.

Además de los integrantes de su gabinete, del acto participaron gobernadores como Axel Kicillof y Jorge Capitanich. Y un puñado de intendentes: Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Ishii (José C. Paz), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Julio Zamora (Tigre).

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