A horas de su regreso al país desde Los Ángeles, el mandatario se refirió a su discurso de apertura de la Cumbre que concluye este viernes.
Poco antes de emprender el vuelo que lo traerá de vuelta al país, Alberto Fernández aseguró ante la prensa que en el gobierno de los Estados Unidos “sabían lo que iba a decir” durante su exposición, como presidente pro tempore de la CELAC.
El jueves, el presidente argentino criticó a la administración de Joe Biden, que convocó a la Cumbre de las Américas, al señalar que “el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad imponer el derecho de admisión”, en referencia a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela”, había dicho Fernández en un discurso consensuado por los miembros de la CELAC.
En ese sentido, el Presidente dijo este viernes que “antes de venir a la cumbre tuve demasiadas charlas con funcionarios de Estados Unidos y sabían lo que iba a decir. Fueron posiciones muy honestas de mi parte como del gobierno americano”.
“Ellos sabían lo que pensaba y qué quería transmitir, y no hubo ningún tipo de sobresalto”, enfatizó el jefe de Estado en diálogo con periodistas argentinos, asegurando que “no vine a poner más muros sino a construir más puentes y a derribar los muros. A que entendamos que somos un continente y dejemos de ser América del Norte, del Centro y del Sur y seamos América”, completó.
En otro orden, Fernández indicó que “los argentinos y la prensa están demasiados encerrados en lo local y no ven la dimensión de cambio en el mundo que se da de un modo impresionante. El concepto global que nosotros conocemos está en crisis y está en crisis del peor modo, con una guerra, con falta de energía, y con falta de alimentos”, sintetizó.
Y aseguró que, con la guerra en Europa, “los primeros que van a padecer la falta del trigo y el hambre van a ser América Latina, África, los países asiáticos, y por eso pedí que esa voz sea escuchada”, explicó en relación a que “la guerra no debía ser una discusión del Norte, debe ser una discusión del mundo, porque en el Sur se padece enormemente”.
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